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Redacción 1° Secundaria
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SEMANA
1. LA ESCRITURA
La escritura es un proceso creativo que requiere de un esfuerzo significativo para transmitir lo queremos
decir. Sin embargo, a través de la práctica y adiestramiento podemos desarrollar mayores y mejores
habilidades comunicativas que nos permitan enfrentarnos a un papel en blanco sin temor a ser atrapado
por él.
A continuación encontrarás unas pautas que te ayudarán a encontrar nuevas formas de comunicación y
que te facilitarán este proceso.
2. CLAVES PARA LA REDACCIÓN
Una buena idea para comenzar a escribir es hacer una lluvia de ideas que te ayudará a abrir la mente,
además te permitirá hacer una relación entre las palabras que conoces sobre el tema a escribir y así
crear o ampliar tus propios conceptos.
Daniel Cassany (2002, p. 59) sugiere, en cuanto a este tema, escoger una palabra nuclear sobre el tema
y apuntarla en el centro de la hoja, en un círculo. Luego, se debe apuntar todas las palabras que asocias
con ella, también encerradas en un círculo, y asociarlas con una línea a la palabra con la cual tiene una
relación más estrecha.
3. DECÁLOGO DE LA REDACCIÓN
No tengas prisa
Date tiempo para reflexionar sobre lo que quieres decir y hacer. Dedica tiempo, antes de empezar a
escribir, a pensar en las circunstancias que te llevan a hacerlo, en la audiencia que te leerá, en lo que
quieres escribir, en tu propósito, en el estilo que quieras dar al texto.
Utiliza el papel como soporte
Al principio, concéntrate en el contenido. Busca ideas, tesis, ejemplos, datos, etc. Aprovecha las
técnicas de búsqueda y organización de la información: torbellino de ideas, palabras clave, estrellas,
cubos, esquemas, mapas, etc. Apúntalo todo. Cualquier detalle puede ser importante.
Ayuda al lector a leer
Fíjate que la imagen del escrito sea esmerada. Ponle márgenes: subtítulos, números, enlaces…
Deja reposar tu escrito
Déjalo leer de otra persona, si es posible. El tiempo, ese juez lento e implacable, te mostrará tu
escrito con unos ojos nuevos. Deja pasar dos días, una semana, un mes, entre la redacción y la
revisión, y tus ojos descubrirán cosas que no habían notado antes.
Deja la gramática para el final
Dedica tus primeros esfuerzos a lo que de verdad es importante: al significado global del texto, a la
estructura, a ordenar y aclarar ideas, a hacer más comprensible tu mensaje.
Dirige tu trabajo
Dedícate selectivamente a cada uno de los procesos que componen la escritura: buscar información,
planificar, redactar, revisar, etc.
Fíjate en los párrafos
Que se destaque la unidad de sentido y de forma, que sean ordenados, que empiecen con una frase
principal. Cada oración matiza una idea, cada párrafo concluye un subtema, y el escrito completo agota
el mensaje.
Repasa la prosa frase por frase
Cuida que sea comprensible y legible. Dedica las últimas revisiones a pulir la prosa. Busca un estilo
claro y llano. Poda las ramas que tapan el tallo central, las palabras que sobran; deshaz los líos
sintácticos, escoge los vocablos más elegantes, los más precisos.
Emborrona
Haz todo lo que haga falta hasta que estés contento y satisfecho de tu texto. Escribir es reescribir,
¡recuerda!
Piensa en tu audiencia
Escribir es hablar por escrito. Escribe para él o ella y facilítale la tarea de comprenderte. Usa palabras
que comparta contigo, explícale bien y poco a poco lo que sea difícil. Si lo abandonas tú, mientras
escribes, te abandonará también él cuando te lea.
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