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Redacción y Ortografía 6° Primaria
LECTURA.
1. Lee el texto y observa su estructura y características.
Así aprendimos a convivir
Era el primer día de clase. Llegué a mi nueva escuela, reconocí el
aula de cuarto grado e ingresé. Me senté en la primera carpeta, al
lado de la ventana, como me recomendó mi mamá. Quizá mi miedo,
quizá los nervios o quizá la emoción de una nueva escuela, de una
Inicio nueva profesora y de nuevos amigos hicieron que me aleje de la
realidad. No pude ver que ya la profesora estaba en el aula y me
sonreía, tampoco escuché su voz amable y acogedora. «¡Buenos
días!, ¡Buenos días!», repetía ella, creo que por tercera vez. Me
sonrojé. De pronto un niño interrumpió el estado en el que me
encontraba, lo hizo con su ruidosa llegada. La profesora lo saludó
también. Otros niños y niñas comenzaron a llegar: sonreían,
conversaban y caminaban con la seguridad que les daba el
conocerse entre ellos, el conocer a la profesora y el ser amigos.
«¡Henry!», dijo nuevamente la profesora dirigiéndose hacia mí. Te
voy a presentar a tus nuevas amigas y nuevos amigos. Me tomó de
la mano y con gesto amable se paró a mi lado. Yo miraba a todos,
ellos sonreían, pero una voz se escuchó desde el fondo: «¿Quién es
este Henry que viene a fastidiar nuestra tranquilidad?». Entonces
Nudo o
Nudo o palidecí y me dieron ganas de llorar. «¿Quién dijo eso?», preguntó la
conflicto
conflicto profesora, aunque sabía bien quién lo había dicho. Todos guardaron
silencio, pero se oían algunas risitas. La profesora seguía tomando
mi mano, creo que para tratar de tranquilizarme. No insistió en
seguir preguntando por el responsable de tan cruel comentario,
más bien se centró en mí; buscaba la manera de hacerme sentir
bien y me comentó que las niñas y los niños en esta sala de clase
se caracterizaban por ser buenas compañeras y compañeros, muy
responsables, solidarios y muy honestos.
Debo confesar que, aunque no creía mucho en estas palabras por
lo que acababa de ocurrir, el sentimiento negativo que tenía se
desvaneció en mí y también en mis nuevas compañeras y nuevos
compañeros. Los volví a mirar y me sonreían, se sentía en esas
Desenlace miradas y sonrisas la solidaridad, la responsabilidad y la
hermandad. Mi nueva profesora sabía cómo transformar un acto
negativo. Con el pasar de los días, lo confirmé: en cada clase nos
retaba y nos comprometía a ser mejores personas, mejores
amigos; a ser responsables, respetuosos y solidarios.
1 Bimestre -51-
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