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Redacción 2° Secundaria
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SEMANA
La puntuación
Los signos de puntuación son los signos ortográficos que organizan el discurso para facilitar su comprensión,
poniendo de manifiesto las relaciones sintácticas y lógicas entre sus diversos constituyentes, evitando
posibles ambigüedades y señalando el carácter especial de determinados fragmentos (citas, incisos,
intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.). En español actual forman parte de este grupo
de signos principalmente el punto, el punto y coma, la coma y los dos puntos.
De la puntuación depende en gran medida la comprensión cabal de los textos escritos, de ahí que las normas
que la regulan constituyan un aspecto básico de la ortografía. El hecho de que, junto a sus usos
prescriptivos, existan usos opcionales no significa que la puntuación sea una cuestión meramente subjetiva.
Gran parte de los usos de los signos de puntuación están orientados a la delimitación de las unidades
sintácticas y discursivas del texto escrito, paralelas a veces, pero no siempre, a las unidades fónicas.
El punto y seguido
La función del punto y seguido (.) es señalar el final de un de un párrafo.
Lo complementa en esta función delimitadora la mayúscula, que marca siempre el inicio de estas unidades.
Ejemplos:
• El portero nos entregó el telegrama y quedamos estupefactos. Hicimos maletas y salimos
rápidamente hacia la estación.
Otros ejemplos tomados de la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Ejemplos:
• Estuvo rondando la casa varias horas, silbando claves privadas, hasta que la proximidad del
alba lo obligó a regresar. En el cuarto de su madre, jugando con la hermanita recién nacida
y con una cara que se le caía de inocencia, encontró a José Arcadio.
• Úrsula había cumplido apenas su reposo de cuarenta días, cuando volvieron los gitanos.
Eran los mismos saltimbanquis y malabaristas que llevaron el hielo. El equivalente al punto y
seguido en la cadena oral es una pausa de extensión variable, pero en todo caso muy
marcada.
Ejemplos:
• El portero nos entregó el telegrama y quedamos estupefactos.
Notamos que al final de la palabra telegrama hay una “cadencia”, pero solo marca el final de la proposición ya
que la oración continúa hasta el final en el término estupefactos, la cual en su última sílaba –tos manifiesta
una caída en el tono vocal, que representa fonéticamente el final de la oración.
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