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Biología 3° Secundaria
Para que se perciban los sonidos, ocurren los siguientes eventos:
- Las ondas sonoras del aire alcanzan el pabellón auricular y son conducidas a través del conducto auditivo
externo hacia la membrana del tímpano.
- Al llegar los sonidos a la membrana del tímpano, esta empieza a vibrar, transmitiéndolos y
amplificándolos por la cadena de huesecillos del oído medio, hasta la perilinfa de la rampa vestibular, y
son transmitidos al conducto coclear y a la rampa timpánica, movilizando a la endolinfa. Aquí se forma un
sistema de palancas, antes de llegar a la ventana oval (donde se inserta el estribo).
- La vibración de la perilinfa hace descender a las células sensoriales, provocando una tracción de los
estereocilios debido a que estos están fijos a la membrana tectorial.
- Estas vibraciones producen potenciales de acción en las células sensoriales que son transmitidos a las
neuronas del ganglio espiral.
- El ganglio espiral responde a estos potenciales, generando otros potenciales de acción que serán
conducidos al sistema nervioso central por la rama coclear del VIII par craneal.
- Las fibras auditivas procedentes del ganglio espiral hacen sinapsis en el bulbo raquídeo, luego continúan
ipsi o contralateralmente y ascienden a la protuberancia donde hacen relevo y continúan hasta los
tubérculos cuadrigéminos inferiores, de ahí al tálamo, y del tálamo, a la corteza cerebral.
Estructura interna de la región vestibular del oído interno
Está compuesta por el utrículo, el sáculo y los conductos semicirculares (tres). En el interior de cada
estructura mencionada hay un receptor para el equilibrio; en total, hay cinco en cada oído. Estos receptores
son:
Máculas:
Son dos, una en el utrículo y otra en el sáculo. Constituidas por neuroepitelio, son «abrazadas» por dendritas
de las neuronas del ganglio vestibular. Ambas se presentan dispuestas perpendicularmente, una a la otra.
Presentan las siguientes estructuras:
- Células de sostén: Que producen la capa gelatinosa llamada membrana otolítica, que cubre las
células sensoriales. Acá se hallan unos cristales de carbonato cálcico, llamados otolitos u otoconias,
que brindan mayor peso para responder mejor a la gravedad o tracción.
- Células sensoriales o ciliadas: Son mecanorreceptores que en su polo basal son «abrazados» por las
dendritas de las neuronas del ganglio vestibular (cuyos axones forman la rama vestibular del VIII par
craneal) y en su borde apical presentan unos 70 estereocilios y un cinetocilio (cilio convencional)
firmemente anclado.
Crestas ampulares:
Son tres, una en cada ampolla de los conductos semicirculares. Son semejantes a las máculas, abrazadas
también por dendritas provenientes del ganglio vestibular. Cada una se dispone siguiendo la dirección de cada
conducto semicircular. Poseen células de sosten, células ciliadas y una masa gelatinosa acelular, llamada
cúpula. Las crestas carecen de otolitos.
Fisiología del equilibrio
El sistema vestibular se encarga de proporcionar el equilibrio necesario para mantener el cuerpo en una
posición determinada. Se sabe que hay dos tipos de equilibrio: uno estático y otro dinámico, que serán
captados por los siguientes receptores:
- Máculas: Captan la posición de la cabeza respecto a la gravedad, para mantener la postura de pie o
sentado. Ante cualquier cambio de velocidad, la membrana otolítica, por efecto de la inercia, se
desplaza en dirección opuesta al movimiento, traccionando los esterocilios y excitando con ello a
estos receptores, desencadenando un impulso que es transmitido a las neuronas del ganglio
vestibular y de allí a la rama vestibular del VIII par craneal. La rama vestibular del VIII para craneal
emite fibras que se dirigen al bulbo raquídeo y al cerebelo (lóbulo floculonodular o arquicerebelo), para
regular movimientos oculares, y a los músculos esqueléticos, conservando el equilibrio estático.
- Crestas ampulares: Captan los movimientos de la cabeza. Cuando se aumenta o disminuye la
velocidad con la que se realiza un giro, esto ocasiona un movimiento de la endolinfa que provoca un
desplazamiento de la cúpula en sentido inverso al movimiento. Esto tracciona los estereocilios
originando un potencial de acción que es captado por las dendritas de las neuronas del ganglio
vestibular. Los estímulos nerviosos siguen la misma vía del equilibrio estático, ordenando a los
músculos esqueléticos que se contraigan para conservar el equilibrio dinámico del cuerpo en una
nueva posición.
Los impulsos generados en los receptores viajan a través de las dendritas de las neuronas del ganglio
vestibular, los axones de estas forman la rama vestibular del VIII par craneal y llegan al tronco encefálico
donde hacen sinapsis en núcleos vestibulares y son de ahí retransmitidas hacia el cerebelo y niveles
cerebrales corticales y subcorticales.
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