Page 18 - Historias de los jueves
P. 18
pues no me acordaba de cómo había subido a aquel tren. Y entonces me di cuenta de lo que había hecho en la cruel realidad, y pensé que tenía que volver, pero no sabía cómo y porqué. ¿Estaría perdiendo el juicio? No sabía que pensar, solo que tenía que volver, alguien me estaba esperando, alguien que me necesitaba. Y mi conciencia se despertó de golpe, y miré a todos, a todos, a la gente, para ver si me veía a mí misma, pero no me encontraba.
Y pensé, tengo que volver, pero no sabía cómo hacerlo, no sentía nada, sólo sentía a mi conciencia que me avisaba que tenía que volver. Yo no estaba enfadada ni nerviosa, solo deseaba que el tren parase, comprar un billete y regresar a casa, una vez más había ganado mi conciencia.
[18 — Chelo del Árbol]