Page 21 - Historias de los jueves
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Termina de vestirse a trompicones. Está tan nerviosa que decide no maquillarse. Se peina por inercia, coge el carrito y sale atropelladamente. Antes de salir vuelve a gritarle a su hermana: —¡Carmen! ¡Me voy a la compra, y levántate que ya es hora! —Mientras baja la escalera se da cuenta que no lleva la cartera y vuelve a subir lo más rápido que la permiten sus piernas, que cada vez son más lentas.
En su mente se repiten una y otra vez las palabras del abogado. El testamento de Carlota Magno. Carlota Magno...
No tiene ni idea de quién es o era Carlota Magno, pero está segura que ha pronunciado correctamente su nombre.
Consigue por fin salir a la calle. Es una mañana soleada, parece que todos se hubieran puesto de acuerdo para que brille el sol.
El supermercado está cerca de su casa. No ha cogido la nota con las cosas que debe comprar. Su cabecita no está para pensar, así que recorre pasillo por pasillo intentando recordar los artículos que necesita.
Al pasar cerca de las cajas observa el letrerito de una de las cajeras. «Carlota». Piensa que cuando salga pasará por su caja, pues es posible que eso sea una buena señal.
Sin darse cuenta ha llenado el carro, no le cabrá todo en el carrito de la compra, pero dejará la mitad en la taquilla y luego volverá a buscarlo.
Aguanta la cola de la caja de Carlota. Mientras ella va pasando los artículos, Mirian intenta entablar conversación, pero la cajera va a lo suyo y termina entregándole el ticket. Mirian saca la tarjeta para pagar, sin atreverse a decir nada. Mientras mete atropelladamente las cosas en el carrito
[21 — Txelo Esteban]