Page 65 - Maestros en cuerpo y alma
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Empiezo a encontrar MI VOCACIÓN cuando empecé                        de  llevar  su  peluche,  llevaba  un  pedacito  de  mi
                             mi  bachillerato  en  la  normal  de  marinilla,  descubrí           corazón y de mi gran afecto hacia él. Siempre supe
                             que quería ser maestra y que tenía aptitudes para la                 que para él no era una simple maestra sino más bien
                             parte artística.                                                     una maestra con corazón de mamá.

                             Son tantos los momentos maravillosos que he vivido                   Mi  mensaje  es  que  la  vida  no  es  fácil  y  en  estos
                             en mi institución educativa, que cada día vivido allí                tiempos  de  pandemia  y  violencia  menos,  pero
                             desde junio de 1998 cuando llegué, han sido llenos de                tenemos en común un gran objetivo que es sacar a
                             aprendizaje  y  de  experiencias  significativas,  han               nuestros  niños  adelante,  con  todo  el  amor  y  la
                             pasado  tantas  personas maravillosas  por  allí  de  las            responsabilidad  que  tenemos  como  maestros  y
                             cuales aprendí tanto, situaciones no tan buenas pero                 papás.
                             de  las  cuales  aprendí  demasiado.  Pero  sin  lugar  a

                             dudas lo que más me ha marcado y me hace aguar

                             mis ojos cada vez que lo recuerdo, es un estudiante

                             llamado  Luis  Fernando,  que  tuve  en  el  2015  en
                             primero.  Él  era  tan  necio  y  demandante  de  mi
                             atención y mi afecto como profesora, que tocó hasta
                             una tarde ya muy de noche llevarlo a la casa porque
                             su familia era muy despreocupada de él. Y a pesar de

                             su necedad llegué a quererlo tanto que un día le llevé

                             un mono de peluche, y una tarde que yo caminaba

                             por el centro, a lo lejos vi un niño que caminaba con
                             una señora y llevaba en la mano un peluche parecido
                             al que yo le había dado a Luis Fernando, apuré mi
                             paso  para  ver  si  era  él  y  efectivamente  era  Luis

                             Fernando.  Aquel  día  lloré  y  entendí  la  importancia

                             que  tenemos  los  maestros,  que  enseñamos  con  el

                             corazón, en la vida de los estudiantes y que además
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