Page 5 - Como Entender La Biblia
P. 5
sus mandamientos”. En Romanos 2:13 el apóstol Pablo hace hincapié en
el temor del Eterno; buen entendimiento tienen todos los que practican
“Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios,
esa perso- “No pen- hasta que entrará en el reino tal como él lo ha- “Si guardareis mis (Juan para entender las Escritu-
de la ley serán justificados”. Si una persona estudia la
7 Je- y
En Salmos 111:10 encontramos que “el principio de la sabiduría es
mas no para hacer lo que manda, na no está agradando a Dios y por tanto no puede esperar su ayuda. pero muchos piensan que Jesucristo vino a abolir aunque él mismo lo negó en forma terminante: séis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pa- ni una jota ni una tilde pasará de la ley, (Mateo 5:17-18). Jesús claramente dijo que todos los mandamientos de Dios debían de u
La obediencia conduce al entendimiento esto también: sino los hacedores Biblia sólo por ver qué dice, Es triste decirlo, la ley de Dios, abrogar, sen el cielo y la tierra, todo se haya cumplido” ser “cumplidos” de la ley (vers. 21-48). A los que le seguían, “No todo el que me dice: sús les dijo: de los cielos, cielos” decieran completamente los mandamientos de Dios, bía hecho siempre. Su perspectiva era muy clara: mandamientos, los mandamientos de mi Padre,
Segunda clave la actitud las cuales “Sed hacedores engañándoos a vosotros mis- y luego olvida cómo era. y per- la de la libertad, éste de la obra, sino hacedor (Santiago 1:22-25). al él no nos revelará más. Él nos porque le faltó conoci- yo te echaré del sacer- también yo me olvidaré de primero debe-
La obediencia conduce
La segunda clave procede naturalmente de la primera:
apropiada conduce a la fiel obediencia a las leyes de Dios,
El apóstol Santiago nos exhorta con estas palabras:
al entendimiento
forman gran parte del fundamento de la Biblia.
y no tan solamente oidores, mos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natu- y se va, ral. Porque él se considera a sí mismo, Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, no siendo oidor olvidadizo, será bienaventurado en lo que hace” Vemos entonces que además de acercarnos a Dios con humildad, es necesario que pongamos en
de la palabra, severa en ella, da este principio: tus hijos”
6