Page 1041 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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1037                       Jeremías                      6. 9–23

          ra que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada. Así 9
          dijo Jehová de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid
          el resto de Israel; vuelve tu mano como vendimiador entre los
          sarmientos. ¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? 10
          He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar;
          he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la
          aman. Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansa- 11
          do de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y
          sobre la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso
          tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy
          anciano. Y sus casas serán traspasadas a otros, sus hereda- 12
          des y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre
          los moradores de la tierra, dice Jehová. Porque desde el más 13
          chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia;
          y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
          Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, 14
          paz; y no hay paz. ¿Se han avergonzado de haber hecho abo- 15
          minación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben
          tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuan-
          do los castigue caerán, dice Jehová. Así dijo Jehová: Paraos 16
          en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas,
          cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso
          para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. Puse tam- 17
          bién sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido
          de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos. Por tanto, 18
          oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá.
          Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fru- 19
          to de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y
          aborrecieron mi ley. ¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la 20
          buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no
          son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan. Por tanto, 21
          Jehová dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo tropiezos, y
          caerán en ellos los padres y los hijos juntamente; el vecino y su
          compañero perecerán. Así ha dicho Jehová: He aquí que viene 22
          pueblo de la tierra del norte, y una nación grande se levantará
          de los confines de la tierra. Arco y jabalina empuñarán; crue- 23
          les son, y no tendrán misericordia; su estruendo brama como
          el mar, y montarán a caballo como hombres dispuestos para
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