Page 1058 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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17. 11–26 Jeremías 1054
corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto
11 de sus obras. Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el
que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días
12 las dejará, y en su postrimería será insensato. Trono de glo-
ria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario.
13 ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán
avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en
el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
14 Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque
15 tú eres mi alabanza. He aquí que ellos me dicen: ¿Dónde está
16 la palabra de Jehová? ¡Que se cumpla ahora! Mas yo no he
ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni deseé día de
calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu
17 presencia. No me seas tú por espanto, pues mi refugio eres tú
18 en el día malo. Avergüéncense los que me persiguen, y no me
avergüence yo; asómbrense ellos, y yo no me asombre; trae so-
bre ellos día malo, y quebrántalos con doble quebrantamiento.
19 Así me ha dicho Jehová: Ve y ponte a la puerta de los hijos del
pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte
20 en todas las puertas de Jerusalén, y diles: Oíd la palabra de
Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de
21 Jerusalén que entráis por estas puertas. Así ha dicho Jehová:
Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo,
22 y de meterla por las puertas de Jerusalén. Ni saquéis carga
de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno,
sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.
23 Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron
24 su cerviz para no oír, ni recibir corrección. No obstante, si
vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no metiendo carga por
las puertas de esta ciudad en el día de reposo, sino que san-
tificareis el día de reposo, no haciendo en él ningún trabajo,
25 entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caba-
llos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de
David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los morado-
26 res de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre. Y
vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jeru-
salén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del
Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso,