Page 514 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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2. 41–3. 10 I Reyes 510
41 y trajo sus siervos de Gat. Luego fue dicho a Salomón que
Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto.
42 Entonces el rey envió e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te hice
jurar yo por Jehová, y te protesté diciendo: El día que salieres
y fueres acá o allá, sabe de cierto que morirás? Y tú me dijis-
43 te: La palabra es buena, yo la obedezco. ¿Por qué, pues, no
guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo
44 te impuse? Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal,
el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre
David; Jehová, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza.
45 Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme
46 perpetuamente delante de Jehová. Entonces el rey mandó a
Benaía hijo de Joiada, el cual salió y lo hirió, y murió. Y el
reino fue confirmado en la mano de Salomón.
3 Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues
tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre
tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y
2 los muros de Jerusalén alrededor. Hasta entonces el pueblo
sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada
3 al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos. Mas Salomón
amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David;
solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
4 E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal,
y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre
5 aquel altar. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una
noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.
6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David
mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia,
y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado
esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase
7 en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová
Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de
David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.
8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste;
un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su
9 multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar
a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque
10 ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó