Page 596 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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19. 16–29 II Reyes 592
Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú
eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la
16 tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus
ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado
17 a blasfemar al Dios viviente. Es verdad, oh Jehová, que los
18 reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; y que
echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses,
sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los
19 destruyeron. Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos,
te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la
20 tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios. Entonces Isaías hijo de
Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jehová, Dios de
Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de Asiria,
21 he oído. Ésta es la palabra que Jehová ha pronunciado acer-
ca de él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece;
22 detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén. ¿A quién
has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la
voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.
23 Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has
dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas
de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus al-
tos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más
24 remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos. Yo he
cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas
25 de mis pies todos los ríos de Egipto. ¿Nunca has oído que
desde tiempos antiguos yo lo hice, y que desde los días de la
antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y tú
serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades forti-
26 ficadas a montones de escombros. Sus moradores fueron de
corto poder; fueron acobardados y confundidos; vinieron a ser
como la hierba del campo, y como hortaliza verde, como heno
27 de los terrados, marchitado antes de su madurez. He conocido
28 tu situación, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí. Por
cuanto te has airado contra mí, por cuanto tu arrogancia ha
subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno
en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
29 Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que
nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el