Page 679 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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675 II Crónicas 19. 8–20. 10
ni admisión de cohecho. Puso también Josafat en Jerusalén a 8
algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias
de Israel, para el juicio de Jehová y para las causas. Y volvie-
ron a Jerusalén. Y les mandó diciendo: Procederéis asimismo 9
con temor de Jehová, con verdad, y con corazón íntegro. En 10
cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos
que habitan en las ciudades, en causas de sangre, entre ley y
precepto, estatutos y decretos, les amonestaréis que no pequen
contra Jehová, para que no venga ira sobre vosotros y sobre
vuestros hermanos. Haciendo así, no pecaréis. Y he aquí, el 11
sacerdote Amarías será el que os presida en todo asunto de Je-
hová, y Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá,
en todos los negocios del rey; también los levitas serán oficia-
les en presencia de vosotros. Esforzaos, pues, para hacerlo, y
Jehová estará con el bueno.
Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de 20
Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josa-
fat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, 2
diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del
mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-
gadi. Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para 3
consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se 4
reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también
de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jeho-
vá. Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y 5
de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y 6
dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los
cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?
¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te
resista? Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta 7
tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia
de Abraham tu amigo para siempre? Y ellos han habitado 8
en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, di-
ciendo: Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o 9
pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa,
y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a cau-
sa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y
salvarás. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, 10