Page 927 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
P. 927

923                      Proverbios                  24. 12–25. 3

          muerte. Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso 12
          no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu
          alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras. Co- 13
          me, hijo mío, de la miel, porque es buena, Y el panal es dulce
          a tu paladar. Así será a tu alma el conocimiento de la sabi- 14
          duría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza
          no será cortada. Oh impío, no aceches la tienda del justo, No 15
          saquees su cámara; Porque siete veces cae el justo, y vuelve a 16
          levantarse; Mas los impíos caerán en el mal. Cuando cayere tu 17
          enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu
          corazón; No sea que Jehová lo mire, y le desagrade, Y aparte 18
          de sobre él su enojo. No te entremetas con los malignos, Ni 19
          tengas envidia de los impíos; Porque para el malo no habrá 20
          buen fin, Y la lámpara de los impíos será apagada. Teme a 21
          Jehová, hijo mío, y al rey; No te entremetas con los veleidosos;
          Porque su quebrantamiento vendrá de repente; Y el quebran- 22
          tamiento de ambos, ¿quién lo comprende? También éstos son 23
          dichos de los sabios: Hacer acepción de personas en el juicio
          no es bueno. El que dijere al malo: Justo eres, Los pueblos 24
          lo maldecirán, y le detestarán las naciones; Mas los que lo 25
          reprendieren tendrán felicidad, Y sobre ellos vendrá gran ben-
          dición. Besados serán los labios Del que responde palabras 26
          rectas. Prepara tus labores fuera, Y dispónlas en tus campos, 27
          Y después edificarás tu casa. No seas sin causa testigo contra 28
          tu prójimo, Y no lisonjees con tus labios. No digas: Como 29
          me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra.
          Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña 30
          del hombre falto de entendimiento; Y he aquí que por toda 31
          ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su
          faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida. Miré, y lo pu- 32
          se en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo. Un poco de sueño, 33
          cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco

          para dormir; Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu 34
          pobreza como hombre armado.
            También éstos son proverbios de Salomón, los cuales copia- 25
          ron los varones de Ezequías, rey de Judá: Gloria de Dios es 2
          encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. Para 3
          la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, Y
   922   923   924   925   926   927   928   929   930   931   932