Page 15 - MANDRÁGORA REVISTA DIGITAL
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Mal de ojo
Salí confiada
Gritando a los cuatro vientos que era inmune de una vez por todas, que era
inmune a tí
Pero una tarde, en la mitad del mundo
Bajo las alas más grandes de la cuidad
Volví a encontrarme con tus ojos negros
¡Negro!
Se me revolvió el mal de ojo
Mi mal de bien
Que baila con tu sonrisa
Negro bello
Negro mío
Se revolvió mi cadera cerquita de la tuya
Y mi sangre se puso caliente, me dio escalofríos y unas ganas locas de seguir el
rastro de tu aliento no más para curarme
¡Ay! lo bien que nos hacemos en dosis moderadas
Y grité desde mis ojos
Encendidos
¡Virgencita,
Déjalo quedarse esta vez!
Jo San