Page 264 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
abandóné mi tarea en la conducción del gremio de entrenadores por
el tiempo que requería para rendir a cabalidad y ahí virtualmente cerré
mi intervención para trabajar en beneficio del grupo.
La falta de unión de los entrenadores nacionales los ha mantenido siempre en la 'cuerda
floja'. Ernesto Guerra trató de jerarquizar la Agremiación, pero terminó tirando la toalla.
Varios compañeros de profesión entendieron mal el espíritu de la
decisión, se resintieron y preguntaron con sorna: “¿Qué le pasa al
técnico de las cadenas?”, haciendo referencia a mi gusto por las joyas.
Interpretaron que estaba crecido, que me estaba saliendo de la ropa
por mi éxito, pero la verdad es que no me quedaba tiempo e interpreté
que debía retirarme.
Siempre pensé que los entrenadores nacionales teníamos que unirnos
y crear un núcleo que nos respalde y haga respetar nuestros derechos,
si somos un ente que le presta un servicio valioso al fútbol, igual que
cualquier otro gremio. Pero nos ha faltado unión y convicciones firmes.
Está el ejemplo de otras agrupaciones del género en Sudamérica que
han formado entes sólidos.
Esa fue mi intención cuando encabecé la Asociación de Pichincha
y del Ecuador. Pero entendí que hay varios técnicos que no sienten
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