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MORIR NO DUELE MUCHO
Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:
La costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:
Los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,
brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.
DEDICATORIA
De: Catalina Medina
Para: Santiago Forero
Este poema se lo quiero dedicar a la persona con la que compartí todo mi bachillerato,
Santiago Forero. Se lo quiero dedicar a él porque nosotros vivimos un amor
inolvidable, y siento que de esto se trata este poema, de la imposibilidad de olvidar ese
amor vivido que te mantiene atado a la otra persona. Sin embargo, también siento que el
poema se trata del hecho de olvidar juntos, así como nos amamos al mismo tiempo,
procurar dejarnos al mismo tiempo.
POEMA 37
Corazón, le olvidaremos
en esta noche tú y yo.
Tú, el calor que te prestaba.
Yo, la luz que a mí me dio.
Cuando le hayas olvidado
dímelo, que he de borrar
aprisa mis pensamientos.
Y apresura tu labor
no sea que en tu tardanza
vuelva a recordarle yo.
VÍNCULO
Emily Dickinson y yo tenemos una cierta similitud. Esta mujer se aislaba de sus
problemas de una manera sana y constructiva: escribiendo. Ella se conectaba de tal