Page 127 - Mahabharata
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había desarrollado un gran aprecio al verle pelear con tanta bravura y nobleza. Así pues,
Drupada empezó a practicar mortificaciones y austeridades con este propósito. Vivía en
un bosque en el que había dos rishis: Yaja era el nombre de uno y Upayaja el del otro.
Después de servir a Upayaja durante un año, Drupada se le acercó pidiéndole que le
otorgara un hijo y una hija capacitados para satisfacer su deseo. El rishi le dijo que Yaja
podría ayudarle. Y los dos rishis realizaron para él un yaga llamado Putrakama. Al final
del yaga, de las llamas del sacrificio surgió una carroza. Sentado en la carroza había un
joven con el aspecto de un dios, ataviado con los vestidos propios de un guerrero antes
de comenzar una batalla. Drupada enmudeció de dicha porque lo que contemplaban
sus ojos era la confirmación de que la muerte de Drona estaba ya asegurada. Pero
aún eso no fue todo, porque luego, del fuego sagrado surgió una hermosa mujer: el
regalo que Drupada quería hacerle a Arjuna. Su piel era oscura y sus destelleantes ojos
eran encantadores. Parecían pétalos de loto largos y húmedos, de su larga y lustrosa
melena surgían aromas como de loto azul. Ninguna mujer podía comparársele en belleza,
encanto y esplendor. Drupada pensó que era la esposa apropiada para Arjuna. En el
momento que ella apareció se escuchó una voz de los cielos que proclamaba: « Esta mujer,
la más bella de todas las mujeres, será la causa de la destrucción de todos los kshatryas.
Ha nacido para cumplir un designio divino. » Dhrishtadyumna fue el nombre que le
pusieron al varón y a su hermana le pusieron el nombre de Krishna, mejor conocida
como Draupadi.
Entonces Bhima le interrumpió diciendo:
—Pero he oído decir que Dhrishtadyumna es discípulo de Drona y que de él aprendió
el uso del arco y las demás armas, al menos eso dicen.
—Sí —dijo el brahmín—, Drona le enseñó todo, aun sabiendo que el príncipe había
nacido para matarle. Él sabía que no había forma de oponerse al destino. Dhrish-
tadyumna era un buen amigo de Bhima, uno de los pandavas, los cuales murieron
quemados en el incendio de la casa de cera. Y esto me trae de vuelta a lo que os estaba
contando. Cuando Drupada supo la noticia de que los pandavas habían muerto en aquel
atentado promovido por el malvado rey Dhritarashtra junto con su hijo Duryodhana
y Sakuni, su corazón se llenó de tristeza lamentando la desgracia como si fuera la de
sus propios hijos. Pero su guru se le acercó y le dijo: « No te preocupes, tengo el sen-
timiento de que los pandavas no han muerto. Siempre han sido justos y no hay mal que
pueda sobrevenirles. Te voy a sugerir un plan; organiza un swayamvara en la ciudad
de Kampilya y haz que la noticia corra por todas partes, proclamando que la condición
para ganarse la mano de tu hija Draupadi será una prueba de habilidad en el uso del
arco. Estoy seguro de que los pandavas deben estar camuflados en algún lugar y cuando
sepan la noticia, el arquero que hay dentro de Arjuna no podrá resistir el desafío. Y es
seguro que Arjuna asistirá al swayamvara y se ganará la mano de Draupadi. » Drupada