Page 19 - LIBRO 3 SUEÑA Y ESCRIBE 2020
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Sueña y escribe



                           habitación  y  encontró  al  alcalde  de  la  ciudad,  de

                           inmediato supo que el alcalde era quien controlaba
                           al robot, y Alberto lo arresto, y al robot del alcalde
                           lo programaron para que devolviera todo el dinero

                           que había robado.



                                            LA SUERTE DE FRANCISCO

                                            Juan David Bernal Santoyo


                           Francisco llevaba una vida difícil desde el momento
                           en que fue despedido de la fábrica donde trabajaba
                           debido a la quiebra de la empresa por la baja en la

                           economía  que  viene  experimentando  el  país,
                           situación que sufren muchas personas lo que hace

                           más lastimosa la situación.


                           Luego de tomar un paseo por el parque, Francisco
                           había decidido caminar por el centro de la ciudad,

                           pensando en una estrategia que le ayudara a salir de
                           esa tristeza que le venía quejando hace varios días.
                           El gran día señalado había  llegado,  Francisco tenía

                           su  billete de lotería esperando el sorteo anunciado
                           con  mucha  fe  y  esperanza,  las  ruedas  numeradas

                           giraban y se detenían lentamente de cuatro, en dos,
                           en  nueve,  en  siete  y  en  uno.  Francisco  no  podía

                           creer lo que le acababa de suceder.


                           Simplemente, Francisco no lo podía creer, al revisar
                           otra vez los números de sus billetes saltó de alegría
                           porque había ganado el premio mayor de la lotería,

                           se puso a llorar de felicidad sabiendo que sus días
                           en  la  calle  habían  terminado.  Se  apresuró  para




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