Page 267 - LIBRO 3 SUEÑA Y ESCRIBE 2020
P. 267

Sueña y escribe



                           Jones  y  con  18  años  decidí  comenzar  mi  primera

                           investigación para encontrar la forma de volver en el
                           tiempo,  y  realmente  jamás  esperé  poder  hacerlo,
                           llevaba  algunas  semanas  buscando  posibles

                           oportunidades para lograrlo y me encontré con unas
                           fórmulas  bastante  antiguas  pertenecientes,  al

                           parecer, a algún antepasado llamado Michael Jones,
                           y lo que encontré allí me dio la respuesta a lo que

                           estaba  buscando,  una  mezcla  que  me  permitiría
                           encogerme  de  forma  tan  minúscula  que  podría

                           colarme  al  mismísimo  tiempo  e  ir  a  cuándo  yo
                           quisiera,  y  no  lo  pensé  dos  veces,  comencé  mi
                           búsqueda de lo que necesitaba, y aunque mi padre

                           conociera tanto sobre este tema decidí embarcarme
                           solo en esta odisea.


                           Casi  dos  semanas  después  ya  tenía  todo  lo

                           necesario, aunque sorprendentemente todo lo pude
                           encontrar  muy  cerca  de  donde  estaba,  pues  la

                           mayoría eran fragmentos de la misma naturaleza, y
                           en  seis  horas  había  conseguido  el  resultado  final,
                           realmente  no  sabía  cómo  funcionaba  exactamente

                           mi creación, pero estaba seguro de que podría llegar
                           a  mi  época  añorada,  a  la  que  desencadenó  el

                           maravilloso mundo en el que estaba viviendo.


                           No me preparé mucho, cargué una maleta con agua
                           y  un  poco  de  comida,  a  pesar  de  que  no  sabía  si

                           llegaría con ella, me senté en mi cama, conté hasta
                           tres  y  me  inyecté  el  brazo  sin  piedad.  Fue  la
                           sensación  más  dolorosa  que  haya  experimentado,

                           sentí  como  desde  mi  pecho  se  deshacía  todo  mi
                           cuerpo,  cuando  me  di  cuenta  estaba  rodeado  de




                                                           266
   262   263   264   265   266   267   268   269   270   271   272