Page 7 - Revista fe trabajo
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EL TRABAJO
EN EL NUEVO
TESTAMENTO
EL IDEAL
Jesús, el Mesías anunciado en las profecías, no nació en un palacio ni ostentó
poderío mundano. Su origen humilde como hijo de un artesano y su dedicación
a este oficio durante la mayor parte de su vida adulta (Marcos 6:3; Mateo 13:55)
nos ofrecen una imagen clara de la centralidad del trabajo en el mensaje del
Reino de Dios.
Para los cristianos, el trabajo no se limita a una mera actividad para la
supervivencia o el lucro personal. El apóstol Pablo nos invita a realizar todo lo
que hacemos "para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31; Colosenses 3:17). De esta
manera, toda nuestra vida y trabajo se convierten en un culto ofrecido a Dios,
tal como lo fue la vida misma de Cristo (Romanos 12:1; Hebreos 10:5-7).
Jesús, el Salvador del mundo, nos dejó un modelo radical de servicio humilde.
Su vida estuvo marcada por la entrega a los demás, sin buscar honores ni
privilegios. El acto de lavar los pies a sus discípulos (Marcos 10:45), una tarea
considerada como servil en la época, es un símbolo elocuente de su humildad
y entrega.