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Octubre 14 de 2017
CRÓNICA
¡NO ACABASTE CON SU VIDA, SINO CON LA NUESTRA!
Por: Dana Camila Artunduaga Toledo A las 11:50 pm llamaron del hospital a la
casa de mis abuelos, la médica Francy 13
Me encontraba durmiendo cuando escuché
a alguien lamentándose, era mi mamá y lo Cajibioy era quien hacia la llamada. Y dijo
que este hecho me transmitió al lograr lo siguiente: “Don Pablo, lo llamamos para
entenderle en medio de sus gritos y la informarle que hay un herido entre su casa
angustia, fue el sentimiento más y la casa de Don Enrique Flórez, ¿sabe usted
destructivo y congelador; aquel que siempre quién podría ser el herido?” mi abuelo
me acompaña. salió de inmediato y bastó con asomarse a
la carretera para darse cuenta que era su
Este hecho se presentó la noche del hijo, gritó con desesperación ”¡Por qué me
sábado 13 de junio de 2010 a las 9:30 pm. mataron a mi muchacho!”, minutos después
Cuando don Pablo Artunduaga, mi abuelo, llegó la ambulancia y en el hospital de
encontró a su hijo afuera de su casa Oporapa a mi abuelo le dijeron que el
encharcado en sangre y apenas pudiendo balazo le había destruido el cráneo, que no
levantar la cabeza. había mucho por hacer, pues había perdido
mucha sangre porque había durado
Era un día como cualquier otro, Pablito alrededor de tres horas tirado en el suelo
se levantó lleno de vida, con una mirada de
felicidad y esa fuerza vital de estar sin recibir ningún tipo de atención médica,
siempre atento. Tenía 18 años recién le diagnosticaron muerte cerebral, sin
cumplidos y hacia seis meses que se había embargo lo remitieron a Neiva. Dijo una de
graduado de bachiller, era el niño de la las enfermeras que iba con él que “estaba
casa y la única compañía de mis abuelos. muy hinchado y ya no iba respirando por
Normalmente los sábados solía trabajar con su cuenta, era imposible de reconocerle el
mi abuelo hasta medio día, pero ese sábado rostro”.
trabajó hasta la tarde, luego llegó a la Murió llegando a la clínica Belo
casa se bañó y se puso a jugar conmigo un Horizonte, nunca se esclareció la verdad
rato. A eso de las 6 de la tarde cenamos y que hay detrás de este asesinato. Aunque la
él se despidió de mi abuela porque iba a familia sabe quiénes pudieron haber sido
jugar fútbol con los hijos del vecino (don los responsables decidieron no seguir con
Enrique Flórez). Hacía unos cinco minutos las investigaciones, pues alguien roto no
que mi tío había salido de su casa cuando solamente carga pesares en el alma sino
sonó un disparo, pero nadie se imaginó que rencor, y alguien con rencor en una
hubiera sido Pablito la victima de éste. situación como esta es capaz de cualquier
cosa.