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Refinoticias
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El dengue es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes aegypti; existen cuatro serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). Este mosquito también transmite la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika.
Se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. La enfermedad, con variaciones locales en cuanto al riesgo, depende en gran medida de las precipitaciones y la temperatura ambiental.
Los síntomas aparecen entre 3 a 14 días (con un promedio de 4 a 7 días) después de la picadura infectiva. El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta a lactantes, niños pequeños y adultos.
Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando la fiebre es elevada (40 °C), y es acompañada de las siguientes manifestaciones: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o sarpullido. Las molestias se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.
Tipos de dengue
Existen dos tipos de dengue:
El dengue clásico, que no suele presentar muchas complicaciones, ya que el organismo tiende a recuperarse por completo con los cuidados adecuados.
El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico), que está causado por los sereotipos Den 1, Den 2, Den 3 y Den 4, cuyo período de incubación es de entre cinco a ocho días. Los signos que se advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de las primeras señales y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y son los siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.
HABLEMOS DE SALUD:
EL DENGUE
No hay ningún tratamiento específico contra el dengue, pero su diagnóstico clínico precoz y una atención clínica cuidadosa por personal médico y de enfermería experimentada suele salvar la vida de los pacientes.
En 2015 se encontró una vacuna contra el dengue -Dengvaxia® (CYD-TDV), pero en 2017 se publicaron los resultados de un nuevo análisis para determinar retrospectivamente el estado serológico en el momento de la vacunación. Dichos resultados revelaron que el grupo de participantes en el ensayo que eran seronegativos en el momento de la vacunación tenían mayor riesgo de padecer dengue grave. Por tanto la vacuna sólo es útil en aquellos pacientes que son seropositivos. Por eso de momento no es recomendable la vacuna.
La prevención o reducción de la transmisión del virus del dengue depende enteramente del control de los mosquitos vectores o la interrupción del contacto humano-vector.