Page 117 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


                                      energía, jiña iwaká o raya, pupuchí o pulpo, mapijipi o coral de agua, moscas,
                                      kachaamá, ser que puede picar y dejar llagas de difícil curación; además de ka
                                      pirí, un picalón que aguijonea con un chuzo en su cuerpo, y aj kurú o ciempiés
                                      acuático. Cuando se multiplican en exceso los zancudos, se dan brotes de iwa

                                      kajiwa o paludismo en orillas del río Caquetá. Las plantas me- dicinales que se
                                      encuentran en ´rape son de tamaño grande y no tienen suficiente energía
                                      para curar enfermedades por sí solas, por lo que su empleo se acompaña
                                      generalmente de conjuros. Durante yawijá o invierno pueden ocurrir

                                      inundaciones en la barzea u orilla del río Caquetá. En las últimas décadas la
                                      temperatura en ´rape ha aumentado, pues con la tala de árboles para la
                                      comercialización de su madera y con el establecimiento de cada vez más
                                      cultivos en las orillas, ha aumentado la exposición solar y con ello se ha
                                      incrementado la erosión y sedimentación de ríos y quebradas. De acuerdo con

                                      el pensamiento del pueblo gunadule, por tiwal kaka u orilla de ríos o
                                      quebradas, pueden transitar todas las personas de la comunidad, pues allí
                                      solo pueden contraerse enfermedades específicas del lugar de existir un galu.
                                      Actualmente algunas de las ori- llas de ríos y quebradas han sido deforestadas

                                      y cultivadas, práctica no tradicional que ha traído consigo una creciente
                                      erosión y sedimentación hacia estos cuerpos de agua, a lo que se atribuye en
                                      conjunto con la pérdida de la sombra, la percepción del lugar como una zona
                                      menos fresca. Entre los indígenas del sur del Tolima, se considera existe una

                                      serpiente que representa los ríos, que cuando se hace vieja o sus aguas
                                      crecen, se convierte en dragón que lleva a “su madre” al mar, para luego
                                      retornarla a los manantiales como serpientes más jóvenes (Faust 2004). Este
                                      autor refiere que en varios ríos del Tolima se narra la aparición de mohanes,

                                      seres que controlan la pesca y pueden afectar las personas enviando rayas o
                                      serpientes venenosas. Para los kogi de la Sierra Nevada de Santa Marta,
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