Page 23 - La importancia de las plantas medicinales
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gua criolla de raíces africanas, portuguesas y españolas; según el censo
realizado por el Dane en 2005 en Palenque habitan 2.843 personas dedicadas
principalmente a actividades agrope- cuarias, a la pesca, elaboración de
dulces, artesanías y otras ocupaciones (Cassiani et al. 2008).
Por su parte, las comunidades afrocolombianas de Nuquí habitan hace
aproximadamente dos siglos el golfo de Tribugá sobre el Pacífico chocoano,
una década atrás lograron la titula- ción colectiva de 31.469 hectáreas,
ecosistemas de selvas, manglares y zonas costeras, particu- larmente frágiles y
que hasta hoy se encuentran relativamente bien conservados, esto debido en
gran parte a factores como la valoración tradicional de la naturaleza por los
3.375 afroco- lombianos que allí residen, y a las condiciones climáticas y el
aislamiento geográfico (Consejo Comunitario General Los Riscales 2006).
Las veredas campesinas Matanegra en Ventaquemada, Boyacá, y Tibita el
Carmen en Len- guazaque, Cundinamarca, se ubican en el páramo de Rabanal,
que según Espitia (2010) se en- cuentra entre 2.690 y 3.500 metros de altitud;
y cuenta con una extensión de 17.567 hectáreas. El páramo de Rabanal es una
importante fuente de agua para diez municipios circundantes ubicados en los
departamentos de Cundinamarca y Boyacá. En la actualidad, este lugar es
extensamente explotado por la minería de carbón, monocultivos de papa y
ganadería, factores que obstaculizan la conservación de este ecosistema
estratégico.
El trabajo que aquí se presenta contó con la participación de un total de
101 practicantes de medicina tradicional, entre estos hierbateros, parteras y
otras modalidades propias de cada cultura. Entre los upichía (matapí) el
conocimiento especializado de las plantas medicinales es exclusivo de una
sola persona denominada lawichu´ra´aru, por lo que para este caso se tuvo