Page 263 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


                                      donde  se  encuentran  las  huellas  del  afectado,  en  combinación  con  algunas
                                      plantas,  se  absorbe  la  sombra  o  alma  de  la  persona,  enfermándole  y  en
                                      ocasiones ocasionándole la muerte. Entre los afrodescendientes de la cuenca
                                      del río San Juan, la “cogida del rastro” es una enfermedad causada a voluntad

                                      cuando  alguien  toma  una  huella  sobre  la  arena  y  la  prepara  al  fogón  en
                                      combinación  con  plantas;  se  manifiesta  por  calor  y  sequedad  en  el  pie,  se
                                      piensa que puede llevar a la muerte (Antón y Pinzón1998).

                                         En el páramo Rabanal se cuenta la historia de un curandero que tenía la
                                      capacidad de diag- nosticar y curar maleficios, padecimientos generalmente
                                      producidos por la ingesta de sustancias de origen animal o vegetal; para

                                      identificar la causa del maleficio le bastaba con que colocaran un sombrero
                                      sobre un platón con agua, para que aparecieran imágenes de los causantes del
                                      mal y de los medios utilizados. Sobre este curandero se explica: “era un
                                      campesino con ruana, comió lo que le dieron y dijo que necesitaba mirar al

                                      enfermo, lo miró por lado y lado, pidió que llamaran a los familiares que
                                      estuvieran por ahí cerca; estaba haciendo un solazo, llenó un platón de agua y
                                      les dijo que se quitaran el sombrero y al momento apareció un monacho, la
                                      señora que había hecho el maleficio y dijo se llama fulana de tal”. En algunos

                                      casos estos curanderos indicaban qué casos eran de gravedad, y que por tanto,
                                      no podrían recibir tratamiento, sobre esto se afirma: “a mi taita no lo pudo
                                      curar porque el animal que le habían colocado ya se había comido todos los
                                      intestinos, yo creo que eso se da en tomas. A mi papá le dijo: esto ya no se cura,

                                      es demasiado tarde, ya no hay remedio, luego se murió”.


                                      trastornos de la sangre y la circulación

                                         La sangre pesada o gruesa para los nuquiseños “es cuando hay mala
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