Page 275 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
ocular, meluchá o conjuntivitis, también puede ser producida por el consumo de
algunos animales en temporadas no indicadas, entre estos algunas ranas
como ñu´ukana y kamauna, kawayana o venados blancos; o por atravesar
telarañas en el monte y romperlas. El tratamiento lo realiza el lawichu´ra´aru
con el agua de algunos bejucos, con agua y conjuraciones precisas; la
prevención se hace con la restricción de alimentos, no se deben ingerir
comidas asadas o quemadas, al igual que carnes grasosas de algunos peces, ni
tampoco atravesar telarañas en el monte. Ipu´releru o variedades de herpes
que afectan el ojo, es una enfermedad causada por pakuruna o loros que emi-
ten energía alrededor de las siete de la noche al pasar sobre la maloka, este
ataque puede evitarse cerrando los ojos mientras estas aves pasan; tal
padecimiento también es causado por un aceite cuya energía ingresa al ojo. Se
diagnostica esta enfermedad pues la afectación del ojo se acom- paña de
juilaruji keyá o dolor de cabeza. La energía de aceite que produce la
enfermedad puede ser limpiada del ojo con paturí o sardina que vive en los
nacimientos de los caños y además con un anfibio llamado putuyú, del que se
usa la cola y luego se devuelve al caño. En el tratamiento de esta enfermedad
también se hace restricción de alimentos, se evita el consumo de grasas, de
peces y otros animales con colmillos; también se acostumbra evitar el contacto
con la luz del día o del fuego o con el humo. Meluchá o ceguera es causada por
jiñená, energía emitida por el sol, la luna, las tinieblas y el humo, la cual nutre
la sangre y pasa de seis a siete de la noche, conta- mina las personas de todas
las edades y además es contagiosa. Esta enfermedad puede ser traída por
personas que vienen de otros lugares, transmitiéndola, casos que no se
atribuyen a la energía jiñená, sin embargo, su tratamiento y prevención son los
mismos. Esta energía solo se acumula en los ojos y no ataca el resto del cuerpo;
afecta otras capas que tiene la visión, que son como ca- pas de humo que