Page 9 - EL VUELO DE LOS CÓNDORES
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pirueteo el mono, posteriormente al terminar el segundo
entreacto el público exclamó: ¡El Vuelo de los Cóndores!
CAPÍTULO 5
Apareció Miss Orquídea, se ubicó en el estrado, la prueba
consistía en que la niña tomase el trapecio y colgada de él
atravesaba el espacio donde otro trapecio lo
esperaba debiendo en la gran altura cambiar de trapecio y
detenerse nuevamente en el estrado opuesto. La prueba iba a
repetirse. En este segundo intento, Miss Orquídea, cogió mal el
trapecio se soltó a destiempo (véase anexo 2) titubeo un poco,
dio un grito profundo, horrible, pavoroso y cayó como una
avecilla herida en el vuelo, la malla amortiguó la caida pero
estaba herida y escupía sangre, se la llevaron.
CAPÍTULO 6
Valdelomar recordaba con tristeza a la dulce niña, la imaginaba
escupiendo sangre, el sábado siguiente, con su hermana oyeron
música: ¡El convite! ¡Los volatineros!, salimos a ver pero ya no
pasó Miss Orquídea, tan solamente su caballo que llevaba un
listón negro en la cabeza. Entró a su cuarto y l lloró la ausencia
de la pobrecita artista.
CAPÍTULO 7
Pasaron los días, un día cuando volvía a su escuela vio en la
terraza de una casa, a una niña sentada y de un aspecto pálida,
muy delgada, mirando desde allí al mar, ella era ¡Miss
Orquídea!, ¡cuán enferma debía estar!, se acercó y así durante
ocho días se miraron pero no se hablaron. Al noveno día se
acercó a la casa de Miss Orquídea ya no estaba, corrió al
muelle, seguramente ya se iba, le miró en los ojos y dulcemente
le dijo: Adiós, adiós, mis ojos la vieron bajar en manos de