Page 92 - LA ARMADURA DE DIOS
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QUÉ HACER CUANDO NO SIENTAS GANAS DE ESTUDIAR LA BIBLIA





                        —¿Cuánto quieren?
                        Le pedimos 4500. Después de re-
                  gatear lo vendimos por 4200. Corrimos
                  inmediatamente al banco  y llegamos     “… —continuó hablando
                  cinco minutos antes de que cerrase.      él, emocionado con los
                        Al salir teníamos los ojos lagri-  recuerdos del cuidado
                  mosos. Habíamos pagado la cuenta y        de Dios a lo largo de
                  nos sobraban 200 dólares para comer      su vida—. El problema
                  aquel día.                               conmigo es que no me
                        —Ah, pastor —continuó hablando     dan ganas de estudiar
                  él, emocionado con los recuerdos del           la Biblia”.
                  cuidado de Dios a lo largo de su vida—.
                  El  problema conmigo  es  que no  me
                  dan ganas de estudiar la Biblia. Sé que
                  debo hacerlo, pero salgo de casa temprano, casi no tengo tiempo
                  para nada, y cuando llega la noche estoy tan cansado que si abro la
                  Biblia me viene el sueño inmediatamente. A veces creo que no estoy
                  convertido.
                        El drama de Max es el mismo de muchos cristianos que quieren
                  servir a Dios: lo aman con todo su corazón, pero tienen dificultades
                  para leer la Biblia. La mayoría de ellos coincide en que no siente ga-
                  nas de leer las Sagradas Escrituras.


                  ANALICEMOS EL PROBLEMA POR PARTES
                        Comenzaremos recordando lo que dijimos con respecto a la na-
                  turaleza pecaminosa. Esta naturaleza, con la cual todos nacimos, es
                  rebelde y detesta el compañerismo con Dios. Sin embargo, un día tú
                  fuiste convertido. Dios te dio la naturaleza de Cristo. Ahora eres una
                  nueva criatura, pero la naturaleza pecaminosa no fue extirpada de ti
                  y te acompañará hasta el día de la glorificación.




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