Page 8 - revista apelo 2º edición
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Pintura de Catalina Huanca
llegando al Valle, hecho por un
artista Huancayno.
DOMINIOS DE
CATALINA HUANCA
En Huariaca Catalina, pese a los robos sufridos, pues los ladinos no
respetaban su avanzada edad, acomodada para la trave-
sía, aproximadamente, 36 cargas de oro y plata, sobre una
omo lo registran diversos documentos coloniales, Ca- cantidad similar de acémilas. Entonces su destino era la
Ctalina Huanca, hizo su temprano arribo a la ciudad de aristocrática y placida Ciudad de los Caballero de León,
Cerro de Pasco. adquirió varios yacimientos mineralógicos. Huánuco. Se dice que, posiblemente, dejo 12 cargas en
Así esta legendaria dama, como otras en su tiempo, se de- Carmen Chico (cerca a Cerro de Pasco) y el resto fue
dico intensamente al laboreo minero. transportado hacia su casa de Quiurachacan en Huariaca.
Es sabido que, por su clima agreste y su altitud, Cerro de La legendaria dama, había transformado su fundo en una
Pasco no era el lugar propicio para el descanso. Aún más, especie de hacienda-minera. Por su carácter se resistía a
teniendo cerca los exigidos y duros trabajos de la minería. dejar el prometedor negocio de los metales e instalo un
Como mucha gente de tener, Catalina Huanca hacías sus complejo metalúrgico privado. Así, siguió en Huariaca, de-
periclos de descanso en las zonas bajas: Huariaca, Huá- dicándose al tratamiento y venta de metales. Amen de las
nuco. comunidades, el confort y la amplitud, la afamada casa
Fue en estas circunstancias en que decide comprar un fun- tenía subterráneos donde se castigaba con torturas, a los
do y dentro de este una vivienda, con el fin de pasar los indios insolentes y renuentes al trabajo.
fines de semana. El referido fundo hoy se conoce como No se sabe, a ciencia cierta, cuando ni como se abandono
Quiurachacan y se halla a un kilometro de la ciudad de Hua- ese fundo. Hoy queda aun la afamada casona, parte de ese
riaca. Así, este predio se convirtió en su casa de campo y la complejo ha sido destruido, ya por el tiempo y por el incon-
renombrada dama hubo que pasar periodos en este placido tenible avance civilizador. Por allí pasa la carretera central.
albergue. La gente cree aún que Catalina Huanca haya escondido en
El tiempo paso y los avatares del comercio minero se tor- algún lugar de su extensa casa, los codiciados tesoros.
naron, posiblemente, críticos. Catalina Huanca, quien había Debido a ello muchos interesados, empujados por la ambi-
enriquecido enormemente y asimismo, sentido los estragos ción o el hambre, profanan excavan y escarban por todas
de la edad, decidió descansar del laboreo de minas. Enton- partes. Quien mira esa casona abandonada como panal
ces vende cuanto oro tenia y embarca el resto de su boyan- de avispas, derruida y agujereada, no debe ignorar que allí
te fortuna en cajones, herméticamente cerrados, para evitar vivió Catalina Huanca. Actualmente en esta casona vive el
sospechas de la existencia del valioso y fino metal. señor David Palacios Maldonado.
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