Page 36 - Un mundo infeliz de Darwin al neoliberalismo Book
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laissez faire o la competencia sin límites, y la “selección natural” se habían legi^mado, Alemania estaba ideológicamente lista para lanzarse a la guerra, impelida, además por las falencias y los rencores que se alimentaron con la derrota de la guerra de 1914-1918.
No se puede subes^mar otros móviles, como los juegos de los financistas internacionales que se movilizaban silenciosamente para socavar el naciente experimento socialista que la URSS conducía, pero el factor ideológico que nutría a Hitler y los conductores del par^do nazi era la convicción de que en Alemania habitaba una raza excelsa, o funcionaba un estado que – a la manera de Hegel- cons^tuía lo más avanzado de la evolución histórica. Alemania estaba por tanto llamada a dominar el mundo y a someter a los pueblos “inferiores”.
La aventura guerrerista fracasó estrepitosamente, como todos sabemos, pero el genocidio descomunal estaba hecho, no solo contra judíos, sino ante todo contra rusos, gitanos, comunistas, homosexuales, y los llamados “defectuosos.” La catástrofe de la guerra terminó de probar el enorme poder autodestruc^vo del discurso darwiniano; pero la historia del darwinismo y la eugenesia no quedó ahí, y sus secuelas se siguieron produciendo.
4. Darwin y Hayek
Los horrores de la segunda guerra tendrían que haber llevado a una profunda revisión de las ideas de Darwin, sobre todo a desprenderse del dogma de la selección





























































































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