Page 131 - mica2
P. 131
Tomá la sopa, mi amor... tomá la sopita, que está rica, tomá, tomá, fijate que rica
que está.
El dueño de casa pensó:
Se volvió loco, el sumo sacerdote se volvió loco Entonces le preguntó:
¿Pasa algo, excelencia?
Mientras el sumo sacerdote le seguía hablando a la sopa:
Vamos mi amor, toma la sopa que está rica, que está calentita.
Hizo un silencio y después mirando al dueño de casa le explicó:
No... No pasa nada. Sino que la sopa es para ella, yo vine sin ella hace un rato y me
sacaron a patadas .
131