Page 53 - Libro para Angi

MARiA ANTONIETA OSORNIO RAMiREZ

Lo gue guiero decir con esto es gue aunque mi inmovilidad y la
s1lla de ruedas representan una limitacion, no son obstaculos ins al vables
ni interna ni externamente. Porque he podido realizar lo que para mf es
importante. Entre los primeros logros que mas he apreciado estan el
sentarme y el poder llevarme un bocado a la boca. Significo recuperar
mi dignidad y calidad de ser humano. Despues, con el tiempo y
recuperacion, ambicione exitos que las personas "normales" suelen
ten er.
Como he dicho, contaba con una pension del ejercito pero no
suficiente para sostenerme. Asimismo, tenfa una casita. Sin embargo,
necesitaba mas ingresos. Pense poner un bazar navidefio en mi casa
puesto que habfa muchas personas que me venfan a visitar y podrfan
comprar. Asf lo hice: adquiriendo regalos y despues vendiendolos entre
mis amigos y familiares. No soy una persona a quien le guste vender y
al principio tuve que romper muchas barreras para atreverme. Sentfa
que estaba pidiendo limosna y que la gente me compraba por lastima.
Poco a poco me fui liberando de esa actitud y aprendf que vender, como
cualquier otra cosa que se haga en la vida, hay que hacerlo con gusto.
Me aventure a ir a Tepito a comprar mercancfa. Las primeras
veces fue un infierno: transitar en silla de ruedas, por las calles llenas
de gente, recibiendo insultos y malas caras era muy dificil. Dos veces
estuve a punto de que me atropellara un camion. Cuando salfa de ahf
llorando, indignada, a veces hasta orinada por no poder ir al bafio, me
decfa que nun ca mas regresaria. Pero las ventas eran muy buenas y las metas
se iban logrando. Haciendo de tripas corazon regrese cada semana hasta
que me volvf conocida en el medio y cambio el trato. Unos a otros, para
dejarme pasar chiflaban y gritaban entre sf" i sill a de rueedaaas ! " ... Con
el dinero del primer bazar mantle construir un piso mas a la casa con el
suficiente espacio para hacer los ejercicios. Yo digo que es un "penthouse
modesto" que me permite mantener en buena condicion.
Al afio siguiente, con las ganancias del bazar di el enganche para
un Tsuru nuevecito. Mariela, mi hija y yo, empezamos air a San Juan
del Rio cada semana. Con la cajuela atiborrada de regalos parabamos el
coche frente a la iglesia de San Juan para venderlos o fbamos de puerta
en puerta ofreciendo nuestra mercancfa. Poquito a poco juntamos mas
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