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El HÁMSTER Y LA CAJITA DE PLATA PERDIDA
Había una vez un pequeño hámster con ojos marrones,
dientes largos y pelaje marrón. El hámster vivía en una
cajita de plata. A él le gustaba vivir allí, ya que era tibia,
suave y cómoda. Un día, el curioso hámster, vio una luz
brillante, le causó mucha curiosidad y salió de su cajita de
plata hasta llegar a la calle. Descubrió que era el sol y
decidió volver a casa, pero se había alejado mucho.
¡Estaba perdido! se acostó al lado de un tacho de basura,
aquel pobre hámster perdido solo escuchando pasos,
charlas, autos y ruidos fuertes.
Hasta que se encontró una familia de ratones se
acercaban a él, pero se dio cuenta que ellos también
tenían los ojos marrones, pelaje marrón y dientes largos.
Lo único que vió en diferencias es que tenían garras
largas y cola gruesa, pero no le importó. También vio que
eran amigables los tres ratones lo invitaron a vivir con
ellos y aceptó.
Cuando llegaron notó que la casa era parecida a su
cajita de plata. Tibia, suave y cómoda. Entonces se dió
cuenta que vivir en una cajita era cómodo y lindo, pero
con amigos es mejor.
Fum C in T re
