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Manual de Primeros Auxilios

Examen desde la cabeza a los pies

Palpar cuidadosamente todo el cuero cabelludo buscando hemorragias, hinchazón o hundimiento que puede
indicar una fractura.
NOTA: Tenga cuidado de no mover a la víctima si sospecha de una posible lesión de cuello.

Hablar a la víctima con claridad en cada oído, para averiguar si responde y puede oír. Observar cada oído
buscando sangre o fluido transparente, esto puede indicar lesión interna.

Examinar ambos ojos, observe si están abiertos. Ver el tamaño de las pupilas, si ambas son iguales (como
debería ser), y si reaccionan a la luz (deberían contraerse al recibir luz directa). Buscar objetos extraños, sangre o
un derrame en los ojos.

Inspeccionar supuración por la nariz como hizo con los oídos. Buscar sangre o fluido transparente (o una mezcla
de ambos). Cualquiera de estas pérdidas puede significar lesión interna.

Observar el ritmo, profundidad y naturaleza de la respiración (fácil o difícil, ruidosa o silenciosa). Buscar algún
olor en el aliento. Mirar el interior de la boca y palpar con cuidado por si algo obstruye las vías aéreas.

Observar el color, temperatura y estado de la piel ¿está pálida, enrojecida o azulada?, ¿caliente o fría?, ¿seca o
húmeda? Una piel pálida, fría y seca sugiere un traumatismo; una cara roja y caliente fiebre o insolación. La
coloración azul indica ausencia de oxígeno. Buscar estos signos sobre todo en labios, orejas y cara.

Pida a la víctima que respire hondo y observe si el pecho se expande con facilidad y por igual a ambos lados,
palpar la caja toráxica en busca de irregularidades, dolor o deformidad. Preguntar a la víctima si nota algún dolor
al respirar y si tiene sensación de ronquera. Atienda a cualquier sonido extraño. Busque hemorragias.

Palpar con suavidad a lo largo de ambas clavículas y de los hombros buscando deformidad, irregularidad o dolor.

Comprobar el movimiento de codos, muñecas y dedos, pidiendo a la persona que flexione brazos y manos a la
altura de cada articulación. Comprobar que pueda usar normalmente los dedos y que no tenga sensaciones
extrañas en los miembros.

Si hay problemas de movimiento o pérdida de sensación en los miembros, no mueva a la víctima para
examinarla pues muestra signos de lesión en la médula espinal.

Palpar con suavidad el abdomen de la víctima para detectar signos de hemorragia y para localizar rigidez o dolor
en los músculos de la pared abdominal.

Palpar las caderas y mueva despacio la pelvis para detectar signos de fractura. Inspeccionar la ropa en busca de
signos de incontinencia o desangrado por orificios.

Pedir a la víctima que levante una pierna y luego otra, que flexione tobillos y rodillas. Palpar y busque
hemorragia, hinchazón, deformidad o zonas dolorosas.

Comprobar movimiento y sensibilidad de los pies. Ver el color de la piel: si es azulado puede indicar un problema
circulatorio o una lesión debido al frío.

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