Page 116 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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zando la “filosofía práctica” (ética y política) frente a la “filosofía teórica” (metafísica, lógica y epistemológica).
El ateniense Sócrates (470 al 399 a.C.) fue hijo de un escultor y de una comadrona, hecho que evidentemente lo marcó, citando él con frecuencia, que quería ser “el comadrón de las ideas”. Y así introdujo “la mayéutica”, del griego “matrona o partera”, que es un método filosófico que consiste en la utilización del diálogo lógico para llegar a la verdad irrefutable (“había que parirla”), mediante un razonamiento inductivo en el que la ironía es- taba presente. Y aunque no siempre se llegaba a una conclusión, el objetivo era buscado, siguiendo el camino para ir afianzando determinados conocimientos.
Quizá debido a que su método se basó en el diálogo, sea ésta la explicación de que no haya quedado obra escrita de este gran pensador, que como era lógico de pensar reunía a una buena cantidad de fieles discípulos, los que seguirían con las “escuelas socráticas” y que, a través de ellos es que se conocerían sus métodos y pensamientos, que se centraban en el hombre, la ética y la política. Supo también atraerse pronto a numerosos enemigos.
Pero, a pesar del importante desarrollo del pensamiento basado en la razón, incrementado por la filosofía de aquella Antigua Grecia, nunca quedó relegada la admiración por los antiguos relatos mitológicos.
Otro ateniense, Platón (427 al 347 a.C.), su nombre era un apodo que sig- nificaba “el de las anchas espaldas” que era de familia aristocrática, por lo que fue educado por los mejores maestros de la época, dedicándose afanosamente a la poesía (que más tarde abandonó) y a la política (la que lo apasionó durante toda su vida).
A los 18 años se unió al círculo de Sócrates, quien influyó enormemente en su vida y en sus doctrinas. Por su maestro abrazó la filosofía y más tarde se rela- cionó en Siracusa (Sicilia) con los Pitagóricos y luego de transitar muchos ava- tares más adelante en su vida, regresó a Atenas para dedicarse a la Academia, a sus escritos y a sus discípulos, estimándose que su obra es una elaboración del pensamiento socrático.
Sostenía que el hombre posee un alma inmortal que se alberga en un cuerpo perecedero que se destruye, punto de discrepancia con su discípulo Aristóteles, quien afirma que el alma desaparece también con la muerte corporal.
Fue el padre del racionalismo y quiso explicar el fenómeno del cambio, ana- lizando por ejemplo al agua y preguntándose... qué es lo real...?
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