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En cuanto a la dimensión social de la violencia en la adolescencia, Daniel Hernández
Rosete Martínez y Ana Francisca Juárez Hernández analizan este fenómeno como una
expresión contradictoria y sujeta a procesos culturales e históricos. En el artículo titulado
Reflexiones antropológicas sobre violencia y educación. El caso de la vigilancia
heteronormativa en el ámbito escolar las personas autoras comentan que la violencia
en las instituciones escolares ha sido condenada, tolerada o promovida y en cada caso,
estos procesos han sido mayormente naturalizados. Desde esta perspectiva, estas
instituciones juegan papeles relevantes al proponer modelos identitarios y patrones de
género que invisibilizan prácticas violentas entre varones, pero también de éstos hacia
las mujeres. Las personas autoras afirman que la investigación etnográfica realizada en
una escuela secundaria pública en la delegación Iztapalapa mostró cómo la organización
heteronormativa institucional que rige la vida de los alumnos y alumnas, produce y
refuerza roles masculinos violentos que naturalizan los juicios morales hacia las alumnas.
También se pone a discusión cómo la heteronormatividad puede constituirse en una
base para que los varones lleven a cabo prácticas que ponen en riesgo su salud desde
esta edad, pero que consideran indispensables para obtener respeto y prestigio.
Como en cada número, las secciones fijas que componen la revista también están orientadas
a la temática central. En Notigénero ofrecemos información sobre talleres, seminarios,
congresos con referencia al género y la salud; mientras que Descifr3mo5 presenta cifras y
gráficas actualizadas sobre la violencia de género. En esta ocasión, la Reseña consiste en un
análisis crítico sobre la película Te doy mis ojos, cuyo tema principal es la violencia de pareja.
El sector de la salud tiene un papel trascendente y multidimensional en la prevención de la
violencia contra las mujeres, por un lado, contribuye a la detección temprana de los malos
tratos, además debe proporcionar a las víctimas el tratamiento adecuado y finalmente,
dirigir a las mujeres a los servicios idóneos para suministrarles la atención e información
necesarias. Los servicios de salud deben ser espacios donde toda la población se sienta
segura, tratada con respeto, y donde reciba información y apoyo de calidad.
En Género y salud en cifras reafirmamos la invitación a especialistas en género y salud a
difundir sus investigaciones en este espacio para visibilizar sus resultados y con el afán de
que estos trabajos sirvan de herramienta teórica para la creación de programas y políticas
destinados a la salud y bienestar de toda la población.
M. en C. Aurora Del Río Zolezzi
Directora General Adjunta de Equidad y Género
Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva