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en el patrón de violencia al que están ex-  te, en términos de partes del cuerpo que                  Margarita A. Ortega
 puestas las mujeres.  son golpeadas, el embarazo no parece ser                               Instituto Nacional de las Mujeres
 factor de cambio: las mismas proporciones
 Un último hallazgo revelador se refiere  se registran para antes del embarazo y
 a las zonas del cuerpo de la mujer que  durante el mismo.
 Referencias Bibliográficas
 son golpeadas durante el embarazo. De
 Bewley CA, Gibbs A (1991) Violence in
 pregnancy. J Nurse Midwifery. 7(3),   acuerdo con la información recabada,  Es importante destacar el hallazgo repor-
 107-112.  durante el embarazo las mujeres son  tado en esta investigación, en términos de
 Campbell JC, Moracco KE, Saltzmann   golpeadas en primer lugar en los brazos  la magnitud de la prevalencia de agresio-
 LE (2000) Future directions for violence
 against women and reproductive health:  (63% del total de mujeres que reportó  nes contra las mujeres tanto en el embarazo
 science, prevention, and action. Maternal  violencia física en el embarazo); en se-  como en el año previo (en ambos casos,
 and Child Health Journal. 4(2), 149-154.
 gundo lugar, en la cabeza, cara y cuello  casi 25%). Se trata, evidentemente, de un
 Castro R, García L, Ruiz A, Peek-Asa C  (57%), en tercer lugar, en las piernas
 (2003) Developing an index to measure  fenómeno que no puede ser minimizado.
 violence against women for comparative  (37%); en cuarto lugar, en los hombros y  Hemos mostrado también que es la violen-
 studies between Mexico and the United
 States. Journal of Family Violence. En  espalda (27%); en quinto lugar, en el es-  cia emocional (alrededor de 20% de pre-
 prensa.
 tómago y vientre (14%). Para otras zonas  valencia) la que predomina por encima de
 Castro R, Riquer F (2003) La investigación  del cuerpo se reportaron porcentajes me-  la violencia, física y sexual (alrededor de
 sobre violencia contra las mujeres en
 América Latina: entre el empirismo ciego  nores. Cabe destacar que estas propor-  10%). Si bien la diferenciación entre los
 y la teoría sin datos. Cadernos de Saúde  ciones son equivalentes a las reportadas  diversos tipos de violencia siempre resulta-
 Pública (Brasil). 19(1), 135-146.
 con relación a la violencia  antes del  rá problemática (toda vez que, por ejemplo,
 Castro R, Ruiz GA, Arenas ML, Juárez S,
 Barrios N (2002) Violencia contra mujeres  embarazo. Los datos señalan, entonces,  toda forma de violencia física presupone
 embarazadas entre las usuarias del  que el embarazo no parece ser un factor
 Instituto Mexicano del Seguro Social: un  también a la violencia emocional), es
 estudio sobre determinantes, prevalencia  que “re-dirija” los golpes a alguna zona  importante hacer este esfuerzo analítico
 y severidad. Papeles de Población. 8(31),
 243-266.  del cuerpo en específico. En este sentido,  para poder conocer mejor la complejidad
 la noción de que durante el embarazo se  de dicho fenómeno.
 Castro R, Ruiz GA, Peek-Asa C (2003)
 Violence against women in Mexico. A  incrementan los golpes al vientre carece
 study of abuse before and during
 pregnancy. American Journal of Public  de sustento en el presente estudio.  Cabe decir que el problema de la violencia
 Health. 93(7).
 contra las mujeres durante el embarazo,
 Castro R, Ruiz A (2003) Violencia contra  CONCLUSIONES  sigue siendo una cuestión apenas incipien-
 mujeres embarazadas en el estado de
 Morelos: hallazgos preliminares. En: Rico  Por lo tanto, considerando los resultados  temente explorada en México. Es necesa-
 B, López MP, Espinoza G (coords.) Hacia  rio realizar más estudios, preferentemente
 una política de salud con enfoque de  ¿aumenta o disminuye la violencia contra
 género. México, SSA. En prensa.  las mujeres durante el embarazo? La  de base poblacional, que permitan confir-
 Gazmararian JA, Petersen R, Sptiz AM,  respuesta es compleja porque el proble-  mar o refinar los hallazgos reportados en
 Goodwin MM, Saltzman LE, Marks JS  este trabajo en términos del compor-
 (2000) Violence and reproductive health:  ma también lo es. En términos de  pre-
 current knowledge and future directions.  valencia la violencia permanece igual.  tamiento de la prevalencia y la severidad
 Maternal and Child Health Journal. 4(2),
 79-84.  En términos de severidad, considerando  de la violencia un año antes y durante el
 sólo a las mujeres que sufrieron alguna  embarazo. Simultáneamente, es impos-
 Helton, McFarlane, Anderson (1987)
 Battered and pregnant: A prevalence  forma de violencia en el embarazo, la  tergable iniciar una investigación que
 study. Am J Public Health. 77, 1337-1339.
 violencia emocional aumenta, pero la  permita comparar la violencia durante el
 Hudson W, McIntosh S (1981) The  severidad de la violencia física y sexual  postparto con la ocurrida durante y antes
 assessment of spouse abuse: two
 quantifiable dimensions. Journal of  permanece constante. O bien, consideran-  del embarazo. En la literatura internacio-
 Marriage and the Family. 43(4), 873-885.
 do al total de las mujeres entrevistadas (y  nal se ha comenzado a señalar que la
 Marshall LS (1992) Severity of violence  no sólo a las que sufrieron violencia en el  verdadera diferencia en términos de
 against women scale. Journal of Family
 Violence.  7(2), 103-121.  embarazo), la severidad de la violencia  prevalencia y severidad de la violencia  En el campo de la salud,  El enfoque de “Mujer en el
 McFarlane J (1989) Battering during  emocional se mantiene constante, mien-  puede estar en estos periodos.  Y, por  tradicionalmente el tratamiento  Desarrollo” de los años ochenta,
 pregnancy: Tip of an iceberg revealed.  tras que la severidad de la violencia física  encima de todo, es crucial impulsar la  de las mujeres se ha concentrado sólo en  partió de la idea de que la mujer estaba
 Women Health.  15(3), 69-88.
 y sexual disminuye. En términos de sta-  investigación centrada en los varones que  su rol reproductivo-materno, esto ha influido no sólo en  “fuera del desarrollo”, por lo que los roles femeninos
 Peek-Asa C, García L, McArthur D,  ejercen la violencia, y en los vínculos de  una visión limitada de los servicios de salud hacia las  tradicionales (los reproductivos) se convirtieron en un
 Castro R (2002) Severity of Intimate  tus frente a la violencia, el embarazo sí es
 Partner Abuse Indicators as Perceived by  un factor de cambio muy significativo  pareja que favorecen la misma. Sólo en la  mujeres, sino también asistencialista, como grupo “vulne-  soporte básico de las políticas sociales, utilizando sus
 Women in Mexico and the Unites States.
 Women & Health. 35(2/3), 164-180.  pero ambivalente: una alta proporción de  medida en que podamos conceptuar a la  rable” y con base en el estereotipo de mujer como única  actividades tradicionales (materno-doméstico y comuni-
 mujeres que no sufrían violencia antes  violencia como un problema de  género  responsable del cuidado de la familia. Las políticas de  tario) como una manera de compensar la carencia de
 Ramírez J, Vargas P (1993) Mujer y
 violencia: un hecho cotidiano. Salud  del embarazo comienzan a tenerla a partir  —esto es, como un problema que deriva  salud poblacionales hicieron a las mujeres las únicas  recursos económicos en los presupuestos de salud.
 Pública de México.  35, 148-160.
 del mismo, al mismo tiempo que una  de las desigualdades sociales entre los  responsables y, por lo tanto, únicas usuarias de los servi-
 Valdéz-Santiago R, Sanín-Aguirre LH  proporción incluso mayor de mujeres que  sexos, al mismo tiempo que las perpe-  cios de planificación familiar, luego de salud reproducti-  La actual dimensión de género en el análisis de la salud,
 (1996) La violencia doméstica durante el
 embarazo y su relación con el peso al  sí sufrían violencia antes del embarazo  túa— estaremos en condiciones de dar con  va. Incluso ahora son también blanco de las campañas de  ha permitido identificar cómo los estereotipos de lo mas-
 nacer. Salud Pública de México. 38,   nuevos hallazgos relevantes.
 352-362.  dejan de tenerla en este periodo. Finalmen-  VIH/SIDA, más como potenciales transmisoras que por  culino y lo femenino definen de manera diferencial los
             su propia salud.                                      perfiles de salud de hombres y mujeres, y de su partici-

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 en cifras                                                                                         en cifras
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