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De acuerdo con especialistas en salud mental, en nuestro país aún no existe información confiable
que documente los intentos de suicidio, pues no es obligatorio reportar estos y tampoco la ideación
o los planes suicidas. Sin embargo, en el ámbito de los servicios de salud las conductas suicidas 62
pueden ser identificadas a través de las lesiones autoinfligidas, que constituyen indicadores para
realizar acciones preventivas. En el cuadro 4, se observa que existen diferencias por sexo en los
métodos de autolesión; mientras las mujeres utilizan el envenenamiento por fármacos con mayor
frecuencia, los hombres usan objetos cortantes para causarse daño.

Gráfica 4. Distribución porcentual de lesiones autoinfligidas*,
por sexo, según grupo de edad. México, 2014

10 a 14 años 15.8
4.4
15 a 19 años 27.5
16.8
20 a 24 años 17.8
21.5
25 a 29 años 11.6
14.8
30 a 34 años 6.9 Mujeres
11.9
Hombres
35 a 39 años 6.5
8.6
40 a 44 años 4.7
6.1
3.5
45 a 49 años
5.2
2.3
50 a 54 años
4.0
0.8
55 a 59 años
2.0
60 años y más 2.6 4.6

% 0 5 10 15 20 25 30

*Se refiere a los egresos hospitalarios que recibieron atención por estas causas y no se consideran los
egresos por defunción u otro motivo no especificado.
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud. Base de datos sobre Egresos Hospitalarios, 2014.

Los datos disponibles indican que la violencia ejercida hacia otras personas y hacia sí mismos
constituyen problemas relacionados con las construcciones sociales hegemónicas de “ser hombre”,
por lo que es fundamental analizarlas bajo la mirada del género. Además, es indispensable incluir
las masculinidades, con el fin de comprender esta problemática y generar acciones en el ámbito
de la salud, enfocadas a la prevención de los homicidios y los suicidios entre los mexicanos.

Referencias bibliográficas

1. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Estadísticas a propósito del Día Mundial para la
Prevención del Suicidio (10 de septiembre). Aguascalientes: INEGI; 2016.