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Connell señala que las masculinidades no son        de género y que siempre está sujeta a disputa.
            comprensibles como entidades aisladas, sino que     Esta categoría encarna la respuesta convencional
      69    lo son siempre dentro de relaciones de género;      respecto de la legitimidad del patriarcado, por
            además, son configuraciones prácticas que se        lo que reproduce la posición hegemónica de los
            articulan dentro de la estructura social patriarcal.   hombres frente a la posición subordinada de las
            Asimismo, son los patrones prácticos a través       mujeres. Por este motivo, suele estar respaldada
            de los cuales los hombres (mayoritaria, pero no     explícita o subyacentemente por la violencia
            exclusivamente) reproducen su posición en el        masculina, que sigue dos patrones: la que ejercen
            sistema social, en relación dinámica con las y los   algunos hombres para sostener su dominación
            niños, las mujeres y otros hombres. En conjunto,    concreta sobre las mujeres y aquella acontecida
            las masculinidades perpetúan la hegemonía social    entre hombres, como política de confirmación de
            de los hombres, en la que cual se encuentran en     la masculinidad.
            diferentes posiciones de poder; luego, en una
            constante disputa social entre sí.                  A través de la disputa de las diversas masculinidades
                                                                por la hegemonía social y de la identificación de los
            De esta forma, la autora destaca el carácter        hombres como iguales por medio de la violencia,
            dinámico de las identidades de género, que como     Connell explica la complicidad común de las
            configuraciones prácticas se ubican de manera       masculinidades jerarquizadas en el sistema de
            simultánea en múltiples estructuras de relación     discriminación social de las mujeres. Esto permite
            desde sus diversas trayectorias históricas y        abordar cuestiones prácticas, como la violencia
            sociales. Ni la masculinidad ni la femineidad son   machista contra las mujeres, la educación de los
            identidades sustantivas, esenciales e inmutables,   niños, la acción sobre la salud de los hombres,
            sino que contienen entreveradas múltiples           la crisis de la masculinidad y la promoción de la
            contradicciones internas que se originan en         igualdad de género.
            los conflictos sociales y las fracturas históricas
            del momento.                                        La autora señala que la llamada “crisis de la
                                                                masculinidad”, en realidad es la crisis del sistema
            Por este motivo, Connell estudia las masculinidades   vigente de relaciones de género y encuentra una
            desde la interseccionalidad del género con la       relación directa entre la violencia de los hombres
            clase, la raza y la identidad sexual. Esto permite   contra las mujeres y la crisis de los modernos
            especificar las diferencias que los contextos       patriarcados: un sistema que requiere de violencia
            de socialización condicionan en los procesos        para mantener su estabilidad, es un sistema
            identitarios de los hombres. Así, por ejemplo,      imperfecto y sin legitimidad. De este modo, el
            las masculinidades de los hombres blancos se        concepto de “crisis de la masculinidad” se refiere a
            construyen en relación con las mujeres blancas      las tendencias de crisis del patriarcado moderno,
            y con los hombres negros. Si queremos percibir      que a su vez, implican transformaciones, rupturas
            distintas configuraciones de las masculinidades,    y reordenamientos en las configuraciones
            es necesario observar las relaciones de género      prácticas de género masculino. Es decir, supone
            dentro de los contextos de las clases, las razas    masculinidades en transformación social.
            y las identidades sexuales por separado: “hay
            hombres gay negros y obreros de fábrica             Finalmente, Connell advierte que pueden surgir
            afeminados, así como violadores de clase media      nuevas masculinidades en los estados de crisis y
            y travestis burgueses”. 15                          por ello, se pueden provocar intentos de restaurar
                                                                una masculinidad dominante o hegemónica.
            Desde este enfoque dinámico-relacional, Connell     Por lo tanto, el reconocimiento de la diversidad
            define el concepto de masculinidad hegemónica:      y la implantación de políticas de igualdad de
            configuración práctica que ocupa la posición de     género son herramientas indispensables para la
            primacía en un modelo concreto de relaciones        democratización plena de las sociedades modernas.
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