Page 9 - LIMPIADOR PARA VIENTRE PLANO PDF GRATIS
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Y del asesino más grande para gente de 40… Enfermedades Cardiacas.

       Estas matan a millones de hombres y mujeres activos todos los días y sin advertencia, dejando a niños sin
       madre, padre, abuelos o hermanos, llevándoselos demasiado pronto.

       Como les comenté, me llamo Derek.

       Y aquí estoy con mi hija Elena...

       A quien casi no vi nacer después de tener que ir a la sala de emergencias y luchar por mi vida cuando debí
       haber estado en casa ayudando a mi esposa embarazada a prepararse para nuestro gran momento de
       alegría...

       Verán, estaba en una conferencia de fitness de élite en San Diego...

       Cuando me desperté en mi hotel a media noche con un intenso dolor estomacal...


       Un Dolor tan Insoportable, que Sentía Como si
       Alguien me Hubiese Golpeado el Estomago y
       Estuviera Tratando de Sacarme los Órganos del
       Cuerpo.


       Y después de sufrir por 6 horas esperando a que pase...

       Y de estar prácticamente desmayado en el suelo del baño...

       Me llevaron a la sala de emergencias donde me sometieron a decenas
       de tomas, pruebas y escáneres...


       Donde 6 médicos y especialistas me examinaron, y donde cada uno
       terminó más confundido que el anterior...

       Finalmente, con mi rostro en mis manos, y rodando en la cama debido al dolor, me hicieron una última prueba...


       El médico me obligó a beber un galón de agua y luego me llevaron para un Escaneo final, y fue  allí
       donde lo encontraron…

       Mi colon se había retorcido, y estaba aplastando todos mis órganos.

       Mis intestinos estaban fallando y sin tiempo que perder, me operaron de emergencia y me abrieron el
       estómago...

       Recuerdo Tomar El Teléfono y Llamar Desesperadamente a mi Madre...


       Quien estaba a miles de kilómetros en casa, y contarle la terrible noticia. La escuché desplomarse y llorar
       mientras la enfermera me quitaba el teléfono para prepararme para la cirugía.

       6 horas más tarde me desperté con tubos en la nariz, una cicatriz de 25 cm que iba desde mi pecho hasta mi
       ombligo, y sin poder mover las piernas.

       Me sentía paralizado y durante los siguientes 11 días estuve conectado a enormes máquinas, aprendiendo a
       caminar de nuevo, temeroso de no poder volver a vivir normalmente.


       Y todo sucedió aun cuando estaba comiendo saludablemente.

       Me ejercitaba regularmente e incluso entrenaba a cientos de personas en mi comunidad, ayudándolos a perder
       5, 10 e incluso 20 kg.

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