Page 24 - Catalogo_Arte para Bogotá

En el primer taller que tomé de Bharatanatyam,
sentí fascinación por una danza que me pareció
muy variada, que ofrecía un sin fin de posibilidades,
que lo atrapa a uno en su juego de miradas y de
expresiones. Me fascinaba la teatralidad y la fuerza
del baile, la expresividad que se mezclaba con el
ritmo y la sensualidad.
La primera vez que vi bailar a Sohini sentí lo que era
el alma de la India, su pulso, su magia, su contraste
y sus creencias. Me atrapó. Al verla aparecer, me
quedé hipnotizada por el resplandor del espectacular
atuendo, la energía imponente que se desprendía
de su ser, el ruido de sus pies adornados con
numerosos cascabeles, la agilidad de sus manos y
la determinación reflejada en sus ojos. La precisión
de los movimientos, las posturas de los dioses,
el equilibrio, la alternación de ritmos rápidos y de
inmovilidad hacían latir mi corazón al compás de
esa danza milenaria tan poco conocida. Una danza
de carácter sin duda, que requiere mucha disciplina
y energía. Una danza que permaneció intacta a
través de los siglos y que muy pocas bailarinas se
han atrevido a mezclar con un estilo propio. Sohini
Roychowdhury es una de ellas -lo cual fue reconocido
en 2010 en la India, donde fue invitada para bailar en
un evento del periódico más leído del país: Times of
India. La danza y la creatividad no tienen límites para
ella: fusionó ritmos de la India con jazz, flamenco y
música clásica.
Además de bailarina y coreógrafa con personalidad
propia, Sohini es una gran maestra, exigente y
perfeccionista, pero también muy generosa. Ella
abre su corazón y comparte su conocimiento con
quien le interese realmente esa danza; el tiempo no
cuenta para ella; siempre anima a seguir adelante, a
practicar, a avanzar, a bailar.
Explora otros mundos bailando con su compañía
asentada en Madrid, Sohini Moksha. El Moksha es la
realización del ser que alcanzan los hindúes cuando
escapan del ciclo de reencarnación, una especie de
Nirvana. Cuando se le pregunta a Sohini por qué el
grupo se llama así, ella contesta: presentó también otra coreografía suya acerca de
Moksha es el espíritu libre, mi manera de ver el
mundo, mi pasión, mi rabia y mi furioso deseo
de comunicar..., el tsunami de mi alma y de mis
ghungroos [cascabeles]…, mi Flamenconatyam, mi
moksha. Mi estilo de baile es expresivo, rítmico y
melódico, una dinámica del cuerpo en la que el alma
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está libre. Eso da una dimensión multicultural, un
sentimiento internacional a mi estilo de danza, [un
estilo en el que se] trata con equidad a los bailarines
ya sean hindúes, españoles o franceses.
Abrirse un camino con el Bharatanatyam en España
no fue fácil. Así nos cuenta sus primeras experiencias:
Hace seis años, cuando me mudé a Madrid, el
Bharatanatyam se vinculaba con algo raro en la mente
de la gente, una forma de Bellydance (danza árabe),
Bollywood. A veces era visto como algo vinculado
con “la espiritualidad india”, pero a nadie se le ocurría
aprender esa disciplina, ni comprar una entrada para
ver un espectáculo. Un organizador de un festival
callejero me preguntó si al bailar nos desvestíamos
como las chicas en los bailes orientales. Esos Imágenes cortesía: Centro Cultural
momentos fueron duros para mí, oscuros y llenos
de frustración. Me daban ganas de empacar mis
cascabeles para siempre.
Pero Sohini logró superar esas pruebas e imponerse
poco a poco en los escenarios españoles. Fue invitada De su experiencia en el taller que recientemente
a grandes eventos como la apertura del festival de ofreció en la Universidad de los Andes, Sohini apunta:
películas de la India Bollymadrid, Imagine India y La Fui invitada a la Universidad de los Andes, en
noche en blanco. Junto con su grupo bailó también Bogotá, Colombia. Mi primera vez en Suramérica
en el estreno de Slumdog millionnaire en Madrid, en me trajo recuerdos nostálgicos de Calcuta...: tropical,
presencia de Danny Boyle. Ese momento lo recuerda lujuriante, en un ambiente artístico. Era un placer
muy bien: enseñar a mis estudiantes, quienes tenían flexibilidad,
Fue un momento muy especial, lleno de buen sentido del ritmo y bailaban con pasión y alegría.
alegría y de desafío. Estar invitada para presentarme Después del taller, culminamos con una producción,
que terminaba con un tributo a Tagore, seguida de
en la premier de Slumdog Millionaire a solicitud una sesión de preguntas y respuestas en la que sentí
de Mr. Danny Boyle -quien me pidió coreografiar al
estilo Sohinimoksha, las canciones “Jai Ho” y “Liquid otra vez el sabor a Calcuta respeto a la curiosidad
Dance”- fue un honor. Nuestra coreografía de “Jai Ho” intelectual.
recibió más de 40.000 visitas en YouTube, y fue muy
apreciada por el mismo Danny Boyle. En esta, su primera presentación en Suramérica,
ofreció un espectáculo en el que dio muestras de
la variedad de la danza clásica. Los asistentes
pudieron ver piezas sobre dioses como Shiva, el
dios bailarín, o Visnú, el dios protector, así como
piezas técnicas y rítmicas sin otro significado que
el ritmo y la geometría y creaciones impregnadas
de su estilo, como la canción de amor de una
película de cine hindú que ella coreografió. Sohini
la conexión con la naturaleza, en la cual estableció
una asociación entre el mundo del poeta Tagore y las
ceremonias precolombinas donde se rendía culto a
Imágenes cortesía: Centro Cultural la Madre Tierra. En sus espectáculos, suele vincular
un mensaje de paz con uno de protección del
medioambiente, representado en el dios Visnú, o de
Imágenes cortesía: Centro Cultural orgullo femenino, personificado por la diosa Durga.
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