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Los propietarios de esas erras se vuelven dueños de cierta
can dad de ganado, hecho que servía a las autoridades
para evitar las grandes faenas de los animales.
Frente a los acontecimientos, los gauchos veían como todo
cambiaba y debieron adaptarse poco a poco a
la nueva realidad.
Muchos comenzaron a trabajar en las estancias, haciendo
lo que mejor sabían hacer, domar y faenar. Fueron un
importante referente de las yerras, fiestas en los que
todos se reunían para marcar y faenar ganado. Otros
prefirieron unirse al ejército, acompañados por Ar gas y
luego a los dis ntos caudillos que lucharon por la
independencia de la patria el gran sen do de orientación
que poseían era de mucha u lidad para los ejércitos.
También había quienes se fugaban de las autoridades
por revelarse o estar implicados en algún duelo. Los
fugi vos se escondían y subsis an en el interior de los
bosques, a ellos se los conocían como matreros.
Finalmente con el correr del empo y los acontecimientos,
el gaucho desaparece como tal y deja tras su existencia
ricas costumbres para todos los que habitamos esta región:
la doma, la taba, la faena, las yerras, el truco, ves mentas
que usan los actuales hombres de campo y sin duda
alguna el ritual del mate.
El gaucho se convir ó en paisano debido a que se
alambraron los campos .