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               VIDA Y ESPIRUALIDAD
               DOMINICA













                MENSAJE DE AGRADECIMIENTO


                                             Madre de familia de primaria
                                             Madre de familia de primaria



              Reciban todos ustedes un saludo de luz y verdad.
              Hoy es un día especial. Nos reunimos aquí para celebrar un logro importante en la

              vida de nuestros hijos, un momento que marca el cierre de una etapa maravillosa: la
              educación primaria.
              Queridos  niños,  primero  que  nada,  ¡felicidades!  Este  día  es  suyo.  Ustedes  han
              trabajado duro, han aprendido, han reído, han crecido y han superado desafíos que

              los han hecho más fuertes y preparados para el siguiente paso en su camino. Cada
              uno  de  ustedes  lleva  consigo  historias  de  esfuerzo,  sueños  y  aventuras  que  han
              vivido durante estos años escolares.
              A lo largo de este viaje, han aprendido no solo matemáticas, ciencias o gramática,

              sino  también  valores  fundamentales:  la  importancia  de  la  amistad,  el  trabajo  en
              equipo, el respeto, la responsabilidad y la empatía. Estos valores son herramientas
              que los acompañarán durante toda su vida.
              Como madre de familia, me llena de orgullo verlos aquí, listos para afrontar nuevas

              metas. También quiero aprovechar este momento para agradecer profundamente a
              todos  los  maestros,  quienes  han  sido  guías  y  ejemplos  para  nuestros  hijos.  Su
              dedicación, paciencia y pasión por enseñar dejan una huella imborrable en ellos y en
              nosotros. Gracias por enseñarles a no pensar en grande, si no a ser grandes!

              Queridos  graduados,  mientras  avanzan  hacia  la  secundaria,  recuerden  que  nunca
              estarán solos. Dios camina con ustedes, guiándolos en cada decisión y fortaleciendo
              su  espíritu  en  cada  desafío.  Tengan  siempre  presente  que  el  éxito  no  se  mide
              únicamente  por  lo  que  logran,  sino  por  cómo  viven  su  vida  en  el  amor  de  Cristo.

              Nunca dejen de predicar la verdad y portar la luz de Cristo.
              Muchas gracias.                                   A


















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