Page 73 - 1.000 chistes para partirse de risa
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—No, señor —le responde el otro—, ¡en invierno también nieva
mucho!
243. ¡UUUUFFFF!
Un joven va a una granja situada al borde de un acantilado para
comprar un caballo. Tienen uno blanco y el propietario le propone
que lo monte para probarlo.
—Se llama Relámpago —dice—. Es grande pero muy muy
obediente. Para que se ponga en marcha tiene que susurrarle
«Uuuufff»; para que se detenga, en cambio, ha de decirle
«Paraaaa».
El joven sale con el caballo, primero prudentemente, al paso,
después al trote, y luego al galope. En efecto, el caballo es muy
obediente. Hace un día precioso, el paisaje es magnífico, y cuando
lanza el caballo al galope parece como en una película. Pero en el
último instante se da cuenta de que está llegando al borde del
acantilado.
Entonces le grita al caballo:
—¡Paraaaa!
El caballo se detiene justo a tiempo, con los cascos casi al límite del
precipicio.
El chico, ya más tranquilo, lanza un suspiro de alivio y dice:
—¡Uuuuffff!
244. HOLLYWOOD