Page 81 - 1.000 chistes para partirse de risa
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Un arqueólogo experto en jeroglíficos egipcios encuentra una
momia.
La lleva a un museo y le dice al director:
—Le traigo una momia de tres mil años de antigüedad, pertenece a
un hombre con problemas en los dientes que murió de un infarto.
—Muy bien —le responde perplejo el director—. Procederemos a
examinarla.
Al cabo de un mes, el director, alucinado, llama al arqueólogo.
—¡Mi enhorabuena! ¡En efecto, la momia tenía tres mil años de
antigüedad, presentaba problemas en los dientes, y gracias a las
más avanzadas pruebas del momento, hemos podido comprobar
que murió de un infarto! ¿Cómo lo supo usted?
El otro sonríe y le responde:
—Lo supe al momento: ¡en una de las manos aún tenía la factura
del dentista...!
269. BESUGO
¿Cuál es el colmo de un besugo?
¡Que sus amigos le llamen merluzo!
270. NIEBLA
Un señor de Bilbao sale de su casa a las seis de la mañana para ir a
trabajar.
Es una gris mañana de noviembre... ¡y hay una niebla espesísima!
Ya en la calle, se cruza con otro señor y lo saluda:
—Hombre, amigo Julián, vaya niebla tenemos esta mañana, ¿eh?
¡Esto sí que es niebla!
Y el otro le responde:
—Ya lo creo... ¡como que no soy Julián!