Page 91 - LIBRO DE LA SEGUNDA PARTE DE LA CREENCIA DE LA RELIGIONESmayo terminado listo
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Pero nada puede detener ciertas
predestinaciones que marcan al
hombre. Oponerse al destino es
imposible, porque equivaldría a
torcer el curso de los astros o a
detener la impetuosa corriente de los
ríos Así le ocurrió a Nostradamus
que, sin darse cuenta de ello y sin
proponérselo, se vio empujado por
los acontecimientos a reanudar el
camino de las predicciones. De
pronto, su vida sufrió un cambio
sustancial: la muerte llamó a su
puerta y le arrebató de golpe a toda
su familia, que tan afectuosamente le
rodeaba. Cómo y por qué ocurrió
esta grave desgracia, nadie ha podido
hasta ahora averiguarlo. Pero
sabemos que la vida de Nostradamus
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