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Primeros Auxilios. Tema 4
3. Escucha Activa
A través de la escucha activa entendemos, comprendemos y damos sentido a lo que nos transmiten. Con ello escuchamos tanto lo que se comunica directamente como las ideas, pensamientos y sentimientos que subyacen a dicha comunicación directa. Deberemos prepararnos y tener una disposición personal para escuchar, será el momento de dejar hablar a la otra persona.
De qué maneras expresamos una escucha activa:
- Con nuestro lenguaje no verbal. Todos aquellos elementos que usados congruentemente indican que estamos escuchando como el contacto ocular, la expresión de nuestra mirada o nuestros gestos faciales acordes con el mensaje que estamos recibiendo, postura que denote interés, etc.
- Con elementos paralingüísticos como sonidos y murmuraciones, muletillas y monosílabos de función fática, suspiros, resoplidos, etc. (“mmm” “ahá” “puff”).
- A nivel verbal con una serie de elementos que apoyan y refuerzan la escucha activa.
 REPETICIÓN: Devolución literal del mensaje de la otra persona. Ayuda a la persona a centrarse
en el contenido del mensaje.
 PARÁFRASIS: Repetir con otras palabras lo que la persona está expresando. Ayudará también a la persona a centrarse en el mensaje que está emitiendo y verificaremos nuestra propia comprensión, “quiere decir que...”. Podemos pedir aclaraciones sobre lo que expresa: “dice que... ¿me equivoco?”, “¿a qué se refiere con eso?”.
 REFLEJO: Devolución de los sentimientos o parte afectiva del mensaje. Con esto animamos a la persona a expresar sus sentimientos y ser más consciente de ellos y manejarlos mejor. Ejemplo: “me imagino que debe dolerle mucho”, “debe ser muy duro” “me imagino que estará asustada”...
 RESUMIR: Permite recapitular y transmitir a la persona afectada la comprensión del discurso así como enlazar e identificar un tema común proveniente de diferentes mensajes (“si no le he entendido mal... ¿es así?”).
4. Hacer preguntas
Preguntar a la persona afectada nos ayuda a facilitar diversos procesos positivos para la ayuda (obtener información, ayudar a pensar, facilitar el desahogo a través de la narrativa, ayudar a procesar lo ocurrido, etc.). Es un recurso casi inevitable durante el proceso de asistencia aunque en ocasiones preguntamos demasiado sin tener claro el propósito o preguntamos con un propósito de dudosa eficacia para la relación de ayuda como por ejemplo para evitar los silencios o de gestión de nuestras propias emociones y/o valoraciones de la situación.
Berta Pinilla Santos /Jorge Sances Criado 8