Page 7 - ENTRENAMIENTO DEPORTIVO - TEMA 8
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5. FISIOLOGÍA HEPÁTICA
Las funciones del hígado y del aparato digestivo están relacionadas. Cuando los capilares de la mayoría del tubo digestivo se unen dan lugar a una vena porta que pasa antes por el hígado. Allí forma una segunda red capilar mediante la cual las sustancias que vienen del sistema digestivo se ponen en contacto con las células del hígado, que realizan múltiples funciones sobre las sustancias que se acaban de absorber (detoxificación).
El hígado es una víscera fundamental en el mantenimiento de la glucemia. Almacena glucógeno después de las comidas y lo rompe (glucogenolisis) para liberar glucosa a sangre en los periodos de ayuno y así evitar hipoglucemias.
También tiene muchas enzimas que posibilitan la síntesis y la degradación de lípidos cuando sea necesario, destacando la síntesis de colesterol.
Sintentiza la mayoría de las proteínas plasmáticas (albúmina), y sirve de reservorio de las proteínas de intercambio rápido.
Por último, en cuanto al metabolismo del nitrógeno, participa degradando aminoácidos y sintetizando urea.
6. EFECTOS DEL EJERCICIO SOBRE EL SISTEMA DIGESTIVO El ejercicio no tiene influencia trascendente sobre el Sistema Digestivo.
Si lo asociamos con las comidas, la distensión gástrica aumenta la presión de la cavidad abdominal, lo que dificulta el descenso del diafragma en la inspiración y la respuesta respiratoria al ejercicio.
Durante la práctica deportiva pueden darse una serie de alteraciones, entre las que destacan:
Diarrea emocional: suele ocurrir durante periodos de competición. Predomina el SN Simpático.
Úlcera gastroduodenal: hipersecreción gástrica debida a la tensión emocional de la competición.
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