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Fundamentos Sociológicos del Deporte
4.2.- DESARROLLO DEL RAZONAMIENTO MORAL
Sabemos ya que a través de un proceso socializador llevado a cabo por diferentes agentes socializadores (como los técnicos deportivos) en diferentes contextos (deporte), las personas adquirimos una serie de valores necesarios para vivir en sociedad. Ahora bien, ¿cómo adquirimos este razonamiento moral? Entendemos por razonamiento moral el juicio que hacemos, basándonos en nuestros valores, ante determinadas situaciones en las que tenemos que elegir una opción moral. Es decir, el proceso por el cual ante un adversario con problemas decidimos continuar en la carrera (competitividad negativa) o parar a ayudarle (solidaridad).
Para Piaget (1932), con el razonamiento moral los niños evolucionan desde una “moral heterónoma”, cuya referencia para el juicio moral son las directrices recibidas de los otros significativos (padres, profesores, entrenadores, autoridades), hasta una “moral autónoma”, en el cual el juicio moral depende más de uno mismo, de su forma de pensar y concebir el mundo.
Kohlber (1969) reconocer también diversas etapas en el desarrollo moral: comenzando por una primera de razonamiento más bajo (nivel “preconvencional”), donde los niños enfocan las cuestiones morales desde la perspectiva de sus intereses personales; posteriormente un nivel “convencional”, donde la persona toma en cuenta que el grupo espera que actúe de acuerdo con unas normas; y, finalmente, se alcanzaría el nivel “postconvencional” o de principios, en el cual las personas recurren a valores universales para establecer sus juicios. Para este autor no es solo la maduración cognitiva la que determina el paso de un nivel a otro, sino que también atribuye a otros factores educativos y ambientales influencia en el paso de una fase a otra del razonamiento moral.
En todo caso, tanto en la propuesta de Piaget como en la de Kohlber se reconocer la existencia de los “otros significativos” o agentes socializadores que juegan un importante papel en el desarrollo del razonamiento moral. Y ya no podemos tener duda de que los técnicos deportivos asumimos ese rol de “otros significativos” en la conformación de valores relacionados con el deporte. Todo ello sin olvidar que las consecuencias sociales de la participación deportiva no son ajenas al papel que desempeñan los otros significativos (padres, compañeros...), y que cada grupo puede concebir la práctica deportiva de una forma distinta. Por lo que nuestra influencia en términos de educación en valores, se ve influencia por la de otros agentes socializadores y viceversa.
En resumen, debemos ser conscientes que, directa o indirectamente, como técnico deportivos somos agentes socializadores y transmitimos una serie de valores a nuestros deportistas, ya que dichos valores son contenidos inevitables en toda interacción social.
2013
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